Una vez en un partido de fútbol profesional desde la galería un molesto hincha lanzó una motoneta a la cancha, otros han tirado sus muletas para reclamar contra el árbitro, pero eso dista mucho de lo que utilizaron unos manifestantes que armaron una barricada en una favela cercana a Río de Janeiro, Brasil.
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Los pobladores de la localidad de Lambicada, una comunidad costera ubicada a 150 kilómetros de Río, cortaron una transitada carretera que conecta a la capital estadual con el puerto de Santos, en Sao Paulo, y para hacerlo instalaron barricadas con palos, neumáticos, muebles viejos, basura, y luego le prendieron fuego.
El motivo de la protesta era reclamar contra una reciente intervención de la policía militar en el sector, que terminó con violentos enfrentamientos entre bandas de traficantes de drogas con los efectivos de seguridad.
Para hacer más patente la molestia y el «abuso de la autoridad», que denunciaban los manifestantes, se les ocurrió subir a una carretilla a una persona que falleció en el enfrentamiento con la policía para dejarla como un elemento más de la barricada, y ahí estuvo varios minutos hasta que un equipo de fuerzas especiales tomó posesión del cuerpo que fue llevado al servicio médico legal.
Hasta ahora las autoridades no han informado sobre la identidad del occiso, mientras que el departamento de comunicaciones de la policía militar informó que no tenía antecedentes sobre fallecidos en el enfrentamiento que originó la manifestación.