María Inés Contreras, de 68 años, pretendía pasar unas vacaciones soñadas en México en compañía de dos de sus hijos, pero en un paseo que realizaron el 4 de mayo, a «Isla Mujeres», se pegó en una pierna, le herida se le infectó y cuando fue trasladada a un recinto médico la única solución, para entonces salvar su vida, fue amputarle la extremidad.
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Su hijo FabiánValderrama contó, cuando la mujer se debatía entre la vida y la muerte, que “el barco se movió y mi madre dio un paso en falso, golpeándose la pierna derecha. Fue un golpe que provocó una pequeña laceración”.
El estado de Maria Inés fue empeorando con el transcurso de los días, y el 6 de mayo la situación la motivó a pedir ayuda de urgencia porque lloraba de dolor.
La familia comenzó una serie de traslados a diferentes centros médicos, y esos gastos agotaron todo el dinero que tenían, mientras la situación de la turista sólo empeoraba.
Uno de los médicos le diagnosticó septicemia, y sus hijos debieron autorizar la amputación de la extremidad a la afectada.
Hoy la chilena presentó un colpaso total a nivel respiratorio, cardiovascular, hepático y renal. Antes sus hijos le habían pedido al Gobierno que trasladaran a su madre desde México a Santiago lo antes posible.
Fabián Valderrama, antes del desenlace fatal manifestó su molestia en redes sociales: «Que el Gobierno sepa que si hoy nuestra madre muere, estará en sus conciencias el no haber actuado como corresponde», escribió.
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La Cancillería chilena confirmó el fallecimiento de la mujer de Arica, junto con lamentar el hecho.