Los fiscales estadounidenses estarían preocupados de que el peligroso narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán esté preparando una fuga de la cárcel de máxima seguridad, según las nuevas presentaciones judiciales a la que tuvo acceso The Washington Post.
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Estas dudas estarían fundadas en la solicitud que presentaron los abogados de Guzmán a principio de mes ante el juez pidiendo que se le otorgue a su cliente al menos dos horas de recreación al aire libre cada semana, acceso al comisario, tapones para los oídos y botellas de agua.
Actualmente, «El Chapo» se encuentra en prisión en condición de aislamiento en las que se encuentra recluido, en una celda sin ventanas de aproximadamente tres por 2,4 metros a la espera de su sentencia, lo que según sus abogados «está causando cicatrices psicológicas».
«El tamaño de la celda del acusado, los parámetros de su ventana, la presencia de música fantasma y la programación televisiva a disposición del acusado durante su hora diaria de ejercicio», escribió el gobierno, no eran «preocupaciones constitucionales», destacó el medio.
“El Chapo”, quien dirigió durante años el cartel de Sinaloa, fue declarado culpable en febrero de narcotráfico y cargos de asociación delictuosa para cometer homicidio. Su sentencia está programada para junio y enfrenta la posibilidad de cadena perpetua.