Expertos y expertas médicos de todo el mundo son los responsables de identificar qué patologías integran la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y en esta, la 11ava versión el Burn out, o el síndrome del “trabajador quemado” fue agregada.
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Se trata “específicamente a fenómenos relativos al contexto profesional y no debe utilizarse para describir experiencias en otros ámbitos de la vida”, según la institución.
En lo concreto tiene que ver con el agotamiento relacionado al empleo o al desempleo. “Es un síndrome conceptualizado como resultado de estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado con éxito”, dice su definición médica.
Cómo saber si tengo burn out
Son tres los síntomas principales de esta patología. Uno de ellos es el sentimiento de agotamiento o falta grave de energía. También la “distancia mental” del trabajo y sentimientos negativos o “de cinismo” relacionados con lo laboral es un indicio.
Por último y como es de esperar la eficacia laboral se reduce. En conjunto estos síntomas pueden llevar a una depresión o transtornos de ansiedad.
El principal factor que detonaría este burn out es el ambiente laboral y sus condiciones.
El síndrome del trabajador quemado puede dividirse en dos tipos: Burn out activo y pasivo. En el primero el empleado mantiene una conducta asertiva y se relaciona con elementos externos a la profesión. En el segundo caso la apatía es la protagonista y se relaciona con factores internos psicosociales.
Pero a pesar de que fue adoptada durante la edición de este año de la Asamblea Mundial de la OMS, aún no entrará en vigor. El plazo que tendrán que esperar quienes parezcan este síndrome para que se les sea diagnosticado como tal, será el 01 de enero del 2022.