China está investigando a FedEx después de que la empresa de envíos desvió varios paquetes enviados por el gigante tecnológico chino Huawei, informaron el sábado los medios de comunicación estatales.
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Las entregas fallidas llamaron la atención debido a las conjeturas de que están relacionadas con el aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y las sanciones de Washington contra Huawei.
China abrió la investigación sobre las acciones de FedEx, que «perjudicaron gravemente los derechos e intereses legítimos de los clientes y violaron las regulaciones de la rama de la paquetería de China», informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
Se descubrió que cuatro paquetes que contenían documentos enviados por Huawei fueron desviados a las oficinas centrales de FedEx en Memphis, Tennessee, en lugar de ser entregados a las oficinas de Huawei en Asia.
FedEx se disculpó y dijo que los paquetes fueron desviados accidentalmente. Aseguró que nadie le dijo a la compañía que desviara los paquetes.
Los funcionarios de Huawei han puesto en duda que las desviaciones hayan sido realmente involuntarias.
«No creo que sea correcto que ninguna empresa intercepte o detenga documentos o información individuales», dijo el miércoles Song Liuping, director jurídico de Huawei, a los periodistas. «Si nuestros derechos verdaderamente fueron infringidos, tenemos el derecho legal de defendernos», añadió.
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China anunció su investigación sobre FedEx el mismo día en que entraron en vigor sus últimos aranceles contra productos estadounidenses por valor de 60.000 millones de dólares. Los impuestos, del 5% al 25%, son en represalia por la decisión del presidente Donald Trump de aumentar al 25% los aranceles a los productos que importa desde China por un valor de 200.000 millones de dólares, arriba del 10% anterior.
Estados Unidos ha acusado a China de robar secretos comerciales y de forzar transferencias de tecnología. Ha colocado a Huawei en su «Lista de Entidades», con lo que ha impedido efectivamente a las empresas estadounidenses vender tecnología a Huawei sin la aprobación del gobierno.
China respondió a esta acción el viernes, anunciando que establecerá su propia lista de «entidades poco fiables» compuesta por empresas, corporaciones e individuos extranjeros.
