El actual administrador parroquial de la Iglesia de María Inmaculada de Cochamó, sacerdote Roberto Barco, fue acusado de delitos de abuso sexuales en Estados Unidos.
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Según La Nación de Argentina, el cura fue denunciado el 2016 por abusos cometidos entre 2009 y 2011 cuando estaba en la parroquia San Salvador en Colton, California. Tras conocerse las acusaciones, la diócesis realizó la denuncia a la policía y Barco fue destituido.
El diario reveló que el sacerdote fue «excluido para siempre de cualquier ministerio en la diócesis de San Bernardino (California)», y en consecuencia volvió a su diócesis argentina de origen, Chascomús.
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El sábado 5 de mayo de 2018, el religioso de nacionalidad argentina asumió como administrador parroquial de la Iglesia de María Inmaculada de Cochamó, un pequeño pueblo ubicado a 100 kilómetros de Puerto Montt.
A pesar de ser expulsado en la diócesis desde Estados Unidos, en Chascomús rechazaron los cargos y aseguraron que la denuncia fue elevada a la Congregación para la Doctrina de la Fe, organismo que dio por cerrada la causa por una supuesta «ausencia de delito».
La lista
Dos meses después de la llegada de Barco a Cochamó, la diócesis de San Bernardino, en Estados Unidos, dio a conocer una lista con los «clérigos acusados convincentemente de abuso sexual a menores». Barco, de 65 años, era uno de ellos.
La lista fue difundida por el obispo Gerald R. Barnes e incluía a 34 sacerdotes acusados de haber cometido abusos a lo largo de 40 años.
Tras ser consultado por el medio argentino, el padre Barco aseguró que jamás en «su vida tuvo una conducta inapropiada con niños a los que tanto amo».
Asimismo, manifestó sus deseos de «regresar a Los Ángeles (EEUU), aunque es difícil. Para Dios nada es imposible. Sería justo que me aceptaran nuevamente para seguir trabajando allí».