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Van Rysselberghe se queda sola al calificar de “patipelaos” a quienes critican a servidores públicos

“Me parece que no está en su posición moral ni ética de estar descalificando a otros chilenos y chilenas que con su esfuerzo, muchas veces con angustia, logran llegar a fin de mes”, expresó Tomás Hirsh

La senadora Jacqueline Van Rysselberghe, presidenta de la UDI, fue duramente criticada tras haber utilizado el coloquial y despectivo apelativo de «patipelao», para quienes hacen críticas a las dietas de los servidores públicos.

«Cualquier patipelado se siente con el derecho a insultar a alguien que trabaja en el servicio público», expresó la senadora por la Región del Bío Bío, frente a las posturas de quienes sostienen que es necesario reducir la dieta de los parlamentarios.

La polémica por el espíritu de «clasista» y de «dueña de fundo» de Van Rysselberghe, tuvo respuesta en sus colegas. El diputado Tomás Hirsch (PH) afirmó que «más vale patipelao honrado que senadora con zapatos de cocodrilo y corrupta. Claramente hoy día es inaceptable una senadora que ha recibido fondos, recursos para legislar o más bien que le han mandado redactado los proyectos para legislar a favor de las pesqueras».

«Me parece que no está en su posición moral ni ética de estar descalificando a otros chilenos y chilenas que con su esfuerzo, muchas veces con angustia, logran llegar a fin de mes», añadió el parlamentario.

Pero no sólo del Frente Amplio vinieron las réplicas. El diputado Jaime Bellolio, quien rivalizó con la senadora en las pasadas internas de la UDI, compartió una «singular» fotografía a «patapelada», desmarcándose de los dichos de Van Rysselberghe.

Este miércoles, la senadora aclaró sus dichos desde la Región del Bío Bío, asegurando «a lo mejor no es la mejor palabra; lo reconozco, pero a lo que yo me refería –y les agradezco la posibilidad de poder aclararlo- es a que hay gente –y eso es cierto- que se ampara en el anonimato, las masas, muchos a cara cubierta, como enmascarados, incluso a través de las redes sociales, con nombres falsos, para insultar, para agredir y para incluso agredir físicamente. A mí me ha pasado»

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