«Tengo las cuentas hasta el cogote». Así Miguel Ramirez (36) explicaba su furiosa reacción al interior del Compin de Santiago Centro, dependiente del Ministerio de Salud, que dejó al menos dos personas heridas.
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El trabajador activó un extintor al interior del recinto, dejando la sala de espera cubierta de polvo químico y obligando la evacuación de cerca de 200 personas que se encontraban en el lugar.
Tras ser detenido y retirado del lugar, Ramirez explicó que lleva tres meses sin poder cobrar la licencia que lo tiene sin trabajar. Todo debido a una grave hernia que lo tiene en silla de ruedas.
“Ya es mucho. Vengo del hospital Padre Hurtado, tengo una hernia gigante, tengo escaras que no me las operan”, reclamó el trabajador quien agregó que su manifestación fue para exigir una respuesta por parte de la institución encargada de certificar el estado de salud de pacientes.
«Me arrepiento de haber tirado la cuestión delante de niños y de adultos mayores», indicó, aunque asegura que “logré lo que quería, que se viera que está funcionando mal el sistema»,
