38 departamentos de 57 metros cuadrados cada uno, incluyendo bodega, estacionamiento, zona de juegos y terraza. Esa es la propuesta que trae la Inmobiliria Popular a la que el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, acaba de poner la primera piedra.
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La mañana de este lunes, la autoridad comunal , junto a autoridades y vecinos de la comuna, dio el puntapié inicial a las obras del «Conjunto Habitacional Justicia Social I», nombre que se le dio al proyecto que albergará las primeras viviendas en altura con «arriendo justo» y que se construye en Chile con subsidios del Fondo Solidario de Viviendas del Minvu, destinado arriendos sociales a precio justo.
Jadue explicó que “este corresponde al segundo paso de este proyecto inmobiliario popular. Antes lo anunciamos, ahora se encuentra en la fase de ejecución y paralelamente estamos en el proceso de selección de las familias que habitarán este inmueble con variables diversas en términos de los niveles socioeconómicos, pero vamos a privilegiar a las mujeres jefas de hogar y a todas las familias que no tienen respuesta en el mercado, debido al alto precio de arrendar un departamento”, aclaró.
El proyecto diseñó el arquitecto y Premio Nacional de Arquitectura, Juan Sabbagh, contempla que cada vivienda tenga tres dormitorios, living, comedor, cocina y baño, además de una bodega individual. A eso se suma que el edificio contará con estacionamiento, sede social, conserjería, zona de juegos y quincho.
En total, será una superficie de construcción de 2.932 metros cuadrados con un porcentaje de avance del 7%. Se espera que las obras finalicen el primer semestre del 2020.
«Esperamos antes de marzo iniciar el proceso de entrega de la obra para que en dos meses lleguen sus primeros moradores», explicó Jadue. Pese al «orgullo» y «satisfacción» que el jefe comunal expresó durante la ceremonia, no desaprovechó la oportunidad para criticar los impedimentos legales para desarrollar su Inmobiliaria Popular.
«Me encantaría que, como ocurre en los países desarrollados, le arriendo a precio justo no tuviera los límites de 5 años. Aquí las familias que vengan pueden estar por un máximo de 5 años, siendo que en países desarrollados están hasta que se mueren en arriendo porque no le tienen pánico», señaló el alcalde de Recoleta.
Las viviendas en construcción, según explica el municipio, tendrán como beneficiarios a aquellas familias que estén en condición de precariedad material, violencia intrafamiliar, hacinamiento y problemas sanitarios en el lugar de residencia. De esta forma, se establecerá un modelo definitivo de las familias que habitarán en este condominio popular, incluyendo, entre otras cosas, establecer criterios como que el arriendo no sobrepase el 25% de los ingresos del núcleo familiar.
