Una investigación periodística acusó al Gobierno venezolano de vender de forma informal siete mil 200 kilos de oro del Banco Central a Turquía, para que así Nicolás Maduro y su cúpula política tengan dinero disponible, gracias a los 300 millones de dólares que habrían recibido por el valioso metal.
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Las ventas de lingotes son una de las pocas maneras que tiene el Gobierno de Maduro para obtener efectivo ante la merma de los ingresos petroleros y las sanciones impuestas por Estados Unidos, que restringió el financiamiento internacional.
La forma en que abría salido el oro, según el Según Wall Street Journal, fue compleja porque en dos aviones rusos volaron cargas de lingotes de tres toneladas 800 kilos, y otra de tres toneladas 600 kilos, hacia Uganda, en donde el metal habría sido refinado para luego continuar a su destino final.
El oro pertenecía a las reservas del país, y según denuncia la oposición en enero ya habrían salido otras 20 toneladas, en el marco de la falta de liquidez de la economía del país.
En Uganda la primera carga no tuvo problema para seguir su camino hacia Turquía, pero el segundo envío fue interceptado por autoridades locales que descubrieron que el costoso envío no cumplía con los protocolos internacionales, e identificaron a los lingotes con etiquetas que certificaban su procedencia venezolana fechados en la década de 1940.
Finalmente el Gobierno local autorizó que la carga siguiera su viaje, por las buenas relaciones que tiene con Maduro.
De acuerdo a fuentes del interior del Banco Central venezolano, en sus bóvedas quedarían menos de cien toneladas de oro, las cuales se van de a poco en aviones misteriosos que vuelven cargados de billetes verdes.
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