Una experta independiente de derechos humanos que investiga para Naciones Unidas el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi recomendó el miércoles investigar el posible papel del príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, debido a “pruebas creíbles”.
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Agnes Callamard publicó un reporte de 101 páginas sobre la muerte de Khashoggi en el consulado saudí de Estambul, que concluía con decenas de recomendaciones. El texto pidió que organismos de la ONU o su secretario general, Antonio Guterres, “exijan” una pesquisa penal posterior.
Callamard señaló la “extrema sensibilidad” de considerar la responsabilidad penal del príncipe heredero y de Saud Alqahtani, un destacado asesor de la corte saudí y que no ha sido procesado.
“No se alcanza ninguna conclusión en cuanto a la culpabilidad” de los dos hombres, señaló. “La única conclusión alcanzada es que hay pruebas creíbles que ameritan una investigación más a fondo por parte de una autoridad adecuada sobre si se ha cruzado el umbral de la responsabilidad penal”.
La experta señaló que “no hay motivo para no aplicar sanciones contra el príncipe heredero y sus activos personales”, ya que en otros casos se han impuesto sanciones antes de determinar la culpabilidad.
Sin embargo, evitó centrar toda la atención en una sola persona. “La búsqueda de justicia y responsabilidades no depende únicamente de encontrar un ‘arma homicida’ o a la persona que la sostiene”, afirmó.
El objetivo de su pesquisa, dijo Callamard, era identificar a las personas en posiciones de poder que podrían haber abusado o faltado a su labor en este caso.
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En Arabia Saudí se celebra un juicio prácticamente en secreto a once personas por el suceso. Cinco de ellas podrían ser condenadas a muerte.
Callamard indicó en el reporte que había tenido acceso a una grabación del asesinato el 2 de octubre. También recibió información sobre un “paquete financiero” ofrecido a los hijos de Khashoggi, “pero es cuestionable que este paquete equivalga a una compensación según las leyes internacional de derechos humanos”.
La experta mencionó las limitaciones de su pesquisa, que comenzó en enero. Su solicitud de viajar a Arabia Saudí no recibió respuesta. Recibió apenas 45 minutos de las grabaciones realizadas en el consulado en torno al momento del asesinato, mientras que los servicios turcos de inteligencia habían registrado que existían unas 7 horas de grabaciones.
El reporte ofrecía macabras y detalladas descripciones, casi minuto a minuto, de los acontecimientos en torno al asesinato y menciona el sonido de una sierra que podría haberse utilizado para descuartizar el cuerpo de Khashoggi.
También identificó por su nombre a 15 sospechosos.
El Departamento de Estado de Estados Unidos identificó oficialmente a 16 personas por su papel en el crimen. Muchos legisladores estadounidenses han criticado al presidente, Donald Trump, por no condenar a Arabia Saudí por la muerte del periodista.