Pocas expectativas se podía tener sobre la preservación de los rinocerontes blancos, luego la muerte del último macho en el mundo, en marzo del 2018. Pero lo que parecía imposible, comienza a tomar un nuevo rumbo, luego que científicos europeos implantaran un embrión de laboratorio en una rinoceronta, la que fue fertilizada in vitro, como parte de programa que busca salvar de la extinción al rinoceronte blanco.
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La agrupación a cargo de este plan, BioRescue, realizó la operación el mes pasado en el zoológico Chorzow, en Polonia, en donde quedan dos rinocerontas blancas del norte y en una de ellas los científicos decidieron probar la transferencia in vitro.
Thomas Hildebrandt, científico del Instituto Leibniz para Investigaciones de Zoológicos y Vida Silvestre en Berlín y parte de BioRescue, aseguró que «esta es la primera prueba positiva de que todo el proceso que hemos desarrollado en teoría puede tener éxito».
Cabe mencionar que el proceso se pudo llevar a cabo, luego que los científicos congelaran muestras de esperma de varios machos con al esperanza de usarlos para revivir la especie.