El 16 de mayo del año pasado Donald Trump realizó unas desafortunadas declaraciones. «Estamos expulsando gente del país. No se puede creer lo malas que son estas personas», dijo en una reunión en la Casa Blanca con políticos republicanos de California. «Estas no son personas, son animales», agregó. «Los estamos sacando de este país a un ritmo nunca antes visto».
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De esas palabras se aferró el diario británico The Independent para titular la información referente al hombre salvadoreño de 25 años, y su hijita de 23 meses, que murieron mientras trataban de entrar a EEUU a través del Río Bravo.
«¿Son estos sus ‘animales, señor Trump?», tituló el medio reflejando la indignación mundial que generó el hecho que ha conmovido a autoridades de todos lados.»La foto de un padre con su hija ahogados en la frontera de EEUU ilustra el costo humano final de la actitud del presidente Trump hacia las familias que buscan desesperadamente una vida mejor», dice la bajada de la nota.
La imagen de los cuerpos de Oscar Alberto Martínez Ramírez y su hija Valeria, motivó al presidente mexicano, Andrés López Obrador, a decir que le parece “muy lamentable que esto pase. Siempre lo hemos condenado, de cómo por el mayor rechazo en Estados Unidos hay gente que pierde la vida en el desierto o cruzando el Río Bravo”.
Voceros del Vaticano informaron que el Papa Francisco está «profundamente apenado por sus muertes, reza por ellos y por todos los migrantes que han perdido la vida tratando de escapar de la guerra y de la miseria».
Desde EEUU varios precandidatos demócratas que pretenden enfrentarse a Trump en la carrera presidencial del 2020, criticaron lo que pasó. Beto O’Rourke dijo que «Trump es responsable de estas muertes», mientras que Cory Booker también trató de vincular las muertes con las políticas del presidente. Dijo que «estas son las consecuencias de la política de inmigración inhumana e inmoral de Trump . Esto se está haciendo en nuestro nombre». Kamala Harris dijo: «Esto es inhumano. Los niños se están muriendo. Esto es una mancha en nuestra conciencia moral «.
Desde México Enrique Alberto Maciel Cervantes, presidente del Instituto Tamaulipeco del Migrante en Matamoros, declaró que está en comunicación con Tania Vanessa Ávalos y con el Consulado de El Salvador en McAllen Texas, para determinar cómo se va apoyar a la familia de las víctimas. Lamentó la tragedia y pidió a los migrantes que no se metan a las aguas del Río Bravo ya que las compuertas están abiertas y la corriente es muy fuerte. «El río no ayuda; cobra vidas» advirtió.
En tanto el presidente del país de los fallecidos, Nayib Bukele, informó en su cuenta de Twitter que pagará todos los gastos de repatriación del cadáver del joven y su hija. Agregó que también ayudará económicamente a la familia que vive en la populosa comuna de Alta Vista, en el sector que corresponde a San Martín.
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El alto comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR), Filippo Grando, también expresó su pesar por el suceso. «Las muertes de representan un fracaso a la hora de atajar la violencia y la desesperación que empuja a estas personas a emprender peligrosos viajes en busca de vida segura y digna», dijo.
Culpa demócrata
En tanto el presidente Donald Trump culpó a los demócratas por la muerte de Óscar Martínez y su hijita. Cuando se le preguntó sobre la fotografía mientras salía de la Casa Blanca para un viaje rumbo a Asia, Trump dijo a los periodistas: «La odio».
Agregó que las muertes podrían haberse evitado, y culpó a los demócratas por no aprobar una legislación que, según afirma, impediría que la gente intentara hacer el peligroso viaje.
Trump dijo que el padre probablemente fue un «tipo maravilloso».