Conmoción causó en abril el asesinato de nuestra compatriota Ilse Ojeda, de 52 años, de parte de su joven «enamorado» colombiano, Juan Guillermo Valderrama, de 28.
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La pareja se conoció en Chile, se fue a vivir bajo un mismo techo para después partir a Colombia. En ese país pretendían invertir el dinero que Carabineros le dio a la mujer cuando jubiló de la institución.
La familia de Ilse se preocupó cuando dejó de tener noticias de ella, su marido fingió buscarla y la investigación determinó que el tipo la había matado para luego quemar su cuerpo, cuyos restos fueron identificados y repatriados.
Medios colombianos informaron que la Fiscalía General ahora solicitó formalmente al Instituto de Medicina Legal realizarle un examen siquiátrico, porque la defensa del imputado insiste en que no está bien de la cabeza.
Fuentes cercanas al caso informaron que esta petición se realizó para tenerla como prueba dentro del juicio, en donde se acusará a Valderrama de delitos de desaparición forzada, femicidio agravado y ocultamiento de material probatorio. El 30 de agosto los persecutores deberán presentar las pruebas por el crimen.
La fiscalía tiene la plena convicción que el ex policía planeó meticulosamente el asesinato de Ojeda, situación por la cual no se puede hablar de un problema siquiátrico que lo lleve a la inimputabilidad, como lo planteó su defensa.
La defensa de Valderrama argumenta que los problemas conductuales del supuesto asesino comenzaron cuando él tenía 18 años y sufrió un accidente. Su abogado pidió que se lo declare inimputable porque en el momento de los hechos por los que es investigado no actuó de manera consiente y voluntaria.
Además de un análisis de su historial clínico, el examen forense contempla someter al imputado a pruebas para determinar la capacidad de comprensión y autodeterminación para cometer un crimen.
