La Organización Internacional del Trabajo (OIT) asegura que el estrés laboral se genera a raíz de la discordancia entre las exigencias del trabajo y las capacidades del trabajador o cuando las habilidades de éste no coinciden con la cultura de la empresa.
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“Se considera que el estrés laboral afecta negativamente a la salud psicológica y física de los trabajadores, y a la eficacia de las entidades para las que trabajan”, advierte la organización en su informe La organización del trabajo y el estrés.
Peligros relacionados al estrés
La propensión a enfermarse, la poca motivación, ser menos productivo y tener menos seguridad laboral son algunas de las consecuencias de trabajar bajo un estado de estrés, sumando las reducidas perspectivas de éxito con las que pudiera contar la empresa si padece esta situación en sus trabajadores.
El documento explica que aunque el estrés puede producirse en situaciones laborales muy diversas, a menudo se agrava cuando el empleado siente que no recibe suficiente apoyo de sus supervisores y colegas, así como cuando tiene un control limitado sobre su trabajo o la forma en la que puede hacer frente a las exigencias y presiones laborales.
Entre los peligros relacionados con el estrés destacan:
- Tareas monótonas, triviales y desagradables
- Exceso o escasez de trabajo
- Falta de participación en la toma de decisiones
- Falta de control sobre métodos, ritmo, y entorno de trabajo
- Inseguridad laboral
- Actividad poco valorada socialmente
- Funcionalidad indefinida o contrapuesta en el cargo
- Supervisión desconsiderada que no proporciona apoyo
- Malas relaciones con compañeros de trabajo o aislamiento
- Intimidación, acoso y violencia
- Ausencia de procedimientos establecidos
- Mala comunicación
- Plazos muy estrictos
- Horarios estrictos e inflexibles
- Jornadas muy largas o fuera del horario normal
- Horarios de trabajo imprevisibles
374 muertes al año
El estrés laboral, además, forma parte de los accidentes en este sector, sumando las largas horas de trabajos y las enfermedades relacionadas con el trabajo. Todas estas situaciones juntas causan 374 millones de muertes al año, de acuerdo a un comunicado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La OIT calcula diariamente “fallecen 1.000 personas por accidentes laborales y otras 6.500 mueren por enfermedades profesionales. A nivel global, las cifras indican que el número de personas fallecidas por causas atribuibles al trabajo creció de 2,33 millones en 2014 a 2,78 millones en 2017”.
Tres cuartas partes de las muertes relacionadas con el trabajo se deben a enfermedades del sistema circulatorio, un 31%, cánceres de origen profesional, un 26% y las enfermedades respiratorias, un 17%, como explica la organización en el comunicado.
