Reportes recientes indican que ayer en la tarde las autoridades se dirigieron a las oficinas de Uber en Bogotá para sellar una de las principales sedes de la compañía en Colombia. La acción es un nuevo episodio en la disputa por la legalidad de las plataformas digitales de transporte en el país.
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En los videos compartidos por redes sociales se ven tanto a funcionarios del distrito como de la Policía Metropolitana de Bogotá ingresando a las instalaciones de Uber. Quienes graban con indignación dejan en claro que se trata de un procedimiento para clausurar la oficina.
Minutos después en las redes se compartió la fotografía del sello puesto sobre la entrada de la oficina. En él se especifica la orden de «Suspensión inmediata de actividad». Esto, bajo el artículo 27,5 del Código de Policía. Además, destaca el hecho de que no hay fecha de retiro establecida. Es decir, la orden se mantendría por ahora de forma indefinida.
Por un lado, las autoridades no se han pronunciado al respecto. Sin embargo, Uber ya hizo sus primeras declaraciones oficiales:
En Uber rechazamos el cierre temporal del Centro de Soporte en Plaza Claro en Bogotá. En horas de la mañana del viernes 5 de julio de 2019, funcionarios de la Secretaría distrital de Gobierno se acercaron al establecimiento de comercio para inspeccionar el cumplimento de permisos y requisitos requeridos por el Código Nacional de Policía para operar. A pesar de haber presentado la documentación acreditada por la autoridad competente, con la cual certifica que el Centro de Atención opera en cumplimiento con todos los requisitos exigidos por la ley, las autoridades procedieron a hacer el cierre del establecimiento de manera arbitraria.
Sin soluciones
Esta no es la primera vez que Uber se ve afectado por este tipo de procedimientos. Por ejemplo, lo mismo ocurrió en abril de 2017. Si bien la compañía siguió operando poco después, su batalla para convertirse en una plataforma legal no ha logrado dar frutos en estos años. A pesar de las numerosas propuestas que ha dirigido a los legisladores, a día de hoy sigue siendo blanco de las autoridades. Por ejemplo, sus conductores han estado recibiendo duras sanciones.
Hace casi un mes el gremio de taxistas protestó frente a otra sede de la compañía. En ese entonces señalaron que iban a realizar las presiones necesarias para defender sus intereses. Así, agregaron que iban a «bloquear lo necesario hasta que fueran escuchadas sus exigencias».
A pesar de los años de Uber en el país, las presiones en su contra no han cedido.
