La emergencia que generó la muerte de seis turistas brasileños en un Airbnb a mediados de mayo relevó una vez más la necesidad de la existencia de un fono único de emergencias en el país. En ese hecho trágico, los fallecidos intentaron avisar que se sentían mal tanto a la embajada como a Carabineros, pero el tiempo del trámite los perjudicó. Hoy, sin embargo, el Gobierno dio un paso: dar urgencia simple al proyecto de ley que centraliza todos los canales de emergencia.
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Este martes, los diputados UDI Jorge Alessandri y Javier Macaya, líderes de la iniciativa, fueron recibidos por el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Gonzalo Blumel. En la cita, el secretario de Estado confirmó que el Ejecutivo le dio urgencia simple a la creación del número telefónico único de emergencias.
La iniciativa fue ingresada en octubre del año pasado, y busca priorizar los recursos del Estado para acudir a emergencias a través de una plataforma centralizada, sustituyendo, por ejemplo, al 131, 132 o el 137.
Alessandri explicó que en la actualidad existen “distintas plataformas de emergencia de nuestro país trabajan de forma independiente y muchas veces a un accidente puede llegar el SAMU por un lado, Carabineros, la PDI o el municipio por otro, y eso significa un gasto excesivo de recursos y una poca eficacia y eficiencia”.
El parlamentario destacó que la iniciativa «es un proyecto transversal, no político, donde el ministro Blumel y el ministro del Interior, Andrés Chadwick, lo encontraron positivo y esperamos que se transforme en ley muy pronto”.
Por su parte, Macaya señaló que “es parte de una iniciativa ciudadana. No estamos en una agenda tan política de reforma que requiera pelearse en el Congreso (…) sino que una donde tengamos un respaldo transversal».
Según los diputados, el proyecto evalúa dejar, por popularidad, al 911 con el número central de emergencias. Eso sí, no descartan que, por conocimiento, el 133 sea la mejor opción.