Gran Bretaña dijo el jueves que tres barcos iraníes intentaron sin éxito impedir el paso de un buque comercial británico a través del Estrecho de Ormuz, un día después de que el presidente de Irán advirtió de repercusiones por la retención de uno de sus petroleros.
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La Guardia Revolucionaria iraní negó la acusación señalando que si hubiese recibido órdenes de incautar cualquier embarcación la habría ejecutado de inmediato.
El incidente se produjo en un ambiente de elevada tensión por el colapso del histórico acuerdo nuclear entre Teherán y las potencias mundiales. Irán ha empezado a incumplir los límites de enriquecimiento de uranio en respuesta a la retirada de Estados Unidos del pacto y a restauración de sus asfixiantes sanciones económicas.
En los últimos meses, Washington desplazó a miles de soldados más, un portaaviones, bombardeos y cazas a la región del Golfo Pérsico. Estados Unidos acusa a Irán de una serie de misteriosos ataques a petroleros _ cargos que Teherán rechaza _ y de derribar un dron militar en el espacio aéreo internacional. La República Islámica alegó que el avión no tripulado había entrado en su espacio aéreo.
El buque de la Armada británica HMS Montrose acompañaba al mercante British Heritage por el estrecho paso de Ormuz, explicó el gobierno de Londres en un comunicado. La consultora de seguridad marítima Dryad Global describió el British Heritage como un petrolero propiedad de BP y registrado en la Isla de Man.
«HMS Montrose se vio obligado a posicionarse entre los buques iraníes y el British Heritage y emitir advertencias verbales a los buques iraníes, que entonces se alejaron”, apuntó el comunicado del gobierno.
“Estamos preocupados por esta acción y seguimos instando a las autoridades iraníes a desescalar la situación en la región”, agregó la nota.
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La Quinta Flota de Estados Unidos y el Comando Central declinaron realizar declaraciones sobre el incidente.
Alrededor del 20% del comercio mundial de petróleo pasa por el Estrecho de Ormuz. Irán suele amenazar con cerrar la vía marítima si se le impide exportar su propio crudo y Estados Unidos se ha comprometido a mantener el estrecho abierto al tránsito comercial.
“No hubo enfrentamientos con barcos extranjeros, especialmente con barcos ingleses”, dijo la marina de la Guardia en un comunicado publicado por la agencia noticiosa semioficial Farsi a primera hora del jueves.
El canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, rechazó las acusaciones británicas calificándolas de «inútiles” y agregó que «se realizaron para crear tensión”, según reportó la agencia.
En la víspera, el presidente de Irán, Hasán Ruhani, advirtió que Gran Bretaña enfrentará «repercusiones» por retener a un superpetrolero iraní la semana pasada en Gibraltar por la sospecha de que violaba las sanciones europeas sobre el envío de crudo a Siria.
Teherán había convocado a consultas al embajador británico por lo que calificó de “interceptación ilegal” del mercante.
La operación para retener al petrolero iraní se llevó a cabo hace justo una semana a petición de Estados Unidos. Las agencias portuarias y de seguridad de Gibraltar estuvieron asistidas por marines británicos durante el operativo.
Las tensiones surgieron tras la decisión de Donald Trump el año pasado de retirarse del acuerdo nuclear negociado por el expresidente Barack Obama. Desde entonces, el presidente estadounidense reanudó las firmes sanciones contra la República Islámica, incluyendo a su industria petrolera, lo que agravó la crisis económica en la nación y provocó la depreciación de su moneda.
Por el momento, el resto de las potencias que permanecen en el pacto _ Rusia, China, Alemania, Francia, Gran Bretaña y la Unión Europea _ no han podido cumplir las demandas de Teherán para recibir asistencia económica suficiente para esquivar los efectos de las sanciones estadounidenses.
En las últimas semanas, Irán empezó a violar los límites del acuerdo, tanto en la cantidad almacenada de uranio enriquecido a bajo nivel como el nivel autorizado de enriquecimiento.