Un hombre que permaneció 11 años en estado vegetativo y dio lugar a una enconada disputa familiar y judicial en torno a cómo tratar a los enfermos terminales en Francia ha muerto.
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Vincent Lambert, de 42 años, murió el jueves, nueve días después que los médicos apagaron los aparatos que lo mantenían con vida y suspendieron su hidratación.
La corte suprema de Francia había anulado la decisión de un tribunal parisino de reanudar la alimentación hasta que Naciones Unidas examinara el caso.
Su sobrino, François Lambert, dijo con alivio que “la racionalidad se ha impuesto”.
Lambert había tomado partido por la esposa de su tío, que quería dejar morir a su esposo, mientras la madre luchaba por mantenerlo con vida.
Que Dios Padre acoja en sus brazos a Vincent Lambert. No construyamos una civilización que elimina a las personas cuya vida consideramos que ya no es digna de ser vivida: toda vida humana tiene valor, siempre.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) July 11, 2019