Un viaje en bus desde Venezuela a Tacna pude tardar hasta 11 días. Situación que deben sufrir cientos de grupos familiares, conformados por ancianos y menores de edad, quienes salen de su país en busca de un mejor futuro en el sur del continente.
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Según un informe de la OEA, la diáspora venezolana podría elevarse a 5,4 millones de personas. Mientras que para el 2020 se espera que emigren entre 7,5 a 8,2 millones de venezolanos.
Llegada de venezolanos vía terrestre
Esta situación, según informó El Mercurio, mantiene a los consulados de Caracas y Puerto Ordaz en Venezuela con una alta demanda de visas solicitadas. Reflejada en 14.254 y 7.517 requerimientos respectivamente; tanto en Visas de Responsabilidad Democrática (VRD) como de turistas.
«Hay personas que comentan que han caminado 23 días», señala Guaraquena Gutiérrez, embajadora representante del gobierno encargado de Juan Guaidó en Venezuela. Según Gutiérrez «Una de las razones es económica. Porque es más caro un boleto en avión que por tierra. Pero porque además queda una sola aerolínea que viene directo a Chile. Y viene repleta», señaló.
Según Raúl Sanhueza, director general de Asunto Consulares, «Los venezolanos están haciendo muchas rutas. Sabemos que hay líneas de buses con el trayecto Caracas-frontera, frontera-Cúcuta, Cúcuta-Bogotá. Y después por una carretera que va hacia Ecuador cruzan Perú. Después de eso se desvían hacia Bolivia o hacia Chile».
Para Luis Zurita, presidente de la Asociación de Venezolanos en Chile, a los riesgos de la diáspora venezolana se agregan las duras limitaciones monetarias. «Como la moneda venezolana ya no vale nada, muchos, para abaratar costos, tratan de llevar consigo la mayor cantidad de comida posible».
