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A poco de que hoy se conozca la sentencia contra el narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, hacemos un repaso a cuatro de sus hijos que son buscados por las autoridades estadounidenses acusados de narcotráfico
Jesús Alfredo Guzman Salazar (36)
Desde septiembre del 2018, “Alfredillo” forma parte de la lista de los diez fugitivos más buscados por la Administración para el Control de Drogas de EEUU (DEA, por sus siglas en inglés), acusado de “conspiración para poseer, con intención de distribuir, sustancias controladas”.
El hijo de la primera esposa del Chapo, María Alejandrina Salazar Hernández, es investigado por presuntamente coordinar con el Cartel de Sinaloa el envío de cocaína, marihuana y heroína al país norteamericano entre 2004 y 2005.
Iván Archivaldo Guzmán Salazar (39)
También hijo de la primera esposa del Chapo, ha sido uno de los únicos herederos del narco mexicano que ha estado en la cárcel. Fue detenido en 2005 por presuntamente lavar dinero del Cartel de Sinaloa, no obstante, tres años después fue liberado por falta de pruebas. Durante su arresto se le realizó un perfil sicológico en el que fue definido como “inmaduro en su desarrollo e inseguro”, según el portal Sin Embargo.
El “Chapito” figura desde el 2012 en la Oficina de Bienes Extranjeros del Tesoro directamente como miembro del Cártel de Sinaloa. Además, enfrenta una acusación criminal presentada en el sur de California en 2015.
Joaquín Guzmán López (34)
Conocido como el “Güero Moreno”, Joaquín es acusado por el Departamento de Justicia estadounidense de conspirar para ingresar desde México y otros países cargamentos de cocaína, anfetaminas y marihuana a Estados Unidos por una década, entre 2008 y 2018.
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El hijo de la segunda esposa del narcotraficante, Griselda López Pérez, ha mantenido un bajo perfil, de sus actividades se conoce poco, inclusive, en México.
Ovidio Guzmán López (28)
Hijo de Griselda López, “El Ratón” o “Ratón Nuevo” es acusado por Departamento de Justicia de EEUU por los mismos cargos que su hermano Joaquín. Sin embrago, a diferencia de él, su vida personal y delictual es un poco más conocida.
La Oficina de Bienes Extranjeros del Tesoro señala directamente desde el 2012 a Ovidio como miembro del Cártel de Sinaloa y desde el 2015 forma parte de la lista de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (Ofac, por sus siglas en inglés), a quienes se les prohíbe realizar negocios con estadounidenses.
