El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo que quiere un “filtro” para la producción audiovisual del país, lo que podría limitar los fondos públicos únicamente a los proyectos que su administración considere adecuados.
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Bolsonaro dijo que sin una especie de filtro, consideraría cerrar la Agencia Nacional de Cine. El órgano gubernamental supervisa la regulación y el financiamiento de la industria cinematográfica y audiovisual brasileña.
El presidente hizo estas declaraciones un día después de firmar un decreto que trasladó otro organismo, el cual determina la política del gobierno sobre cine, del ministerio de ciudadanía y cultura hacia la oficina de su jefe de gabinete. Los críticos consideran que este cambio aumentará la vigilancia gubernamental sobre esta entidad.
El jueves Bolsonaro, un cristiano devoto ultraconservador, dijo que Brasil no deberá usar más fondos públicos para películas que “le falten al respeto a las familias”. Así que filmes como la premiada «Ciudad de Dios», se quedarían sin fondos estatales.
