La Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) analiza la posibilidad de poner fin a la concesión de Essal en Osorno tras el corte de agua potable que se extendió por 10 días, provocado por un derrame de petróleo en sus instalaciones en el río Rahue.
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En declaraciones a La Tercera, el superintendente Jorge Rivas señaló que «la caducidad, que es la máxima sanción posible, se está analizando», aunque aclaró que es parte del análisis jurídico de la investigación del caso, que se prevé concluya esta semana.
Explicó que terminada la fase investigativa, la SISS deberá formular «los cargos que queremos aplicar y qué tipo de sanciones podrían conllevar», para luego esperar que la empresa haga sus descargos.
Aunque se evalúa el término de la concesión, fuentes del Gobierno sostienen que el estudio debe ser exhaustivo antes de resolver una medida de ese tipo, ya que se trata de una decisión compleja.
En ese sentido, el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, indicó que las sanciones deben ser «acordes a la enorme gravedad de lo sucedido», y en caso de caducidad, «debe haber un administrador provisional y luego se hace una licitación para que llegue otra compañía».
Por su parte, el alcalde de Osorno, Jaime Bertin, enfatizó que «se debe poner fin a la concesión, es lo que corresponde».