Mohamed V de Kelantan tiene 49 años y Oksana Veovodina, 25; se conocieron en una lujosa fiesta en una palacio de Europa hace dos años cuando él le dijo que era el sultán de Malasia y ella, pensando que era chiste, le respondió que era la reina de Moscú.
PUBLICIDAD
Parece que hubo onda entre ellos porque desde entonces no se separaron más, hasta que se casaron hace ocho meses. Esa decisión al monarca le costó muy cara porque debió dejar el trono agobiado por las críticas de la monarquía.
Oksana es muy activa en redes sociales y subía todos los detalles de su romance, además en su país participó de una reallity en donde fue grabada mientras tenía relaciones sexuales con otro concursante, lo que indignó a la conservadora sociedad malaya, sobre todo a la clase dirigente.
El 21 de mayo nació un hijo (supuestamente) producto de la relación, pero hace unas semanas la pareja se separó y recién se supo la causa del quiebre sentimental.
Un abogado del sultán dio el golpe noticioso. El profesional dijo que Muhammad V no es el papá del niño. «No hay evidencias objetivas acerca de quién es el padre biológico del niño», por lo que la guagua no sería oficialmente el heredero del trono de Kelantan, explicó el empleado del sultán.
En respuesta a la acusación, la rusa dijo que ningún hombre ha compartido su lecho, salvo el sultán, y declaró que está «orgullosa de la sangre malaya que fluye por las venas de mi hijo».
Según informó The Daily Mail, el sultán ha repudiado al pequeño Leon y lo ha desheredado, aunque pagará una pensión tanto a la madre como al bebé.