Al menos 51 personas murieron y decenas más resultaron heridas el jueves en un ataque con misil y atentados suicidas coordinados en la ciudad portuaria de Aden, en el sur de Yemen, dijeron funcionarios.
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El misil alcanzó el vecindario de Breiqa, donde se celebraba un desfile militar de fuerzas leales a Emiratos Árabes Unidos, miembro de la coalición liderada por Arabia Saudí que lucha contra los rebeldes hutíes desde 2015 en nombre del gobierno yemení reconocido por la comunidad internacional.
Desde que los rebeldes, que cuentan con el respaldo de Irán, tomaron la capital, Saná, en 2014, Aden es la sede temporal del gobierno.
El desfile tuvo lugar en el campamento al-Galaa, partidario de la coalición, dijo un funcionario de seguridad, que no dio más explicaciones sobre las víctimas.
Los rebeldes dispararon un misil balístico de alcance medio contra el desfile y causaron docenas de víctimas, incluyendo varios comandantes, explicó el general de brigada Yehia Sarea, vocero de los rebeldes, en declaraciones publicadas en el cibersitio del grupo, Al-Masirah.
Entre los fallecidos estaba el comandante Monier al Yafie, también conocido como Aboul Yamama, que estaba respaldado por Emiratos, dijo el funcionario de seguridad a The Associated Press. El oficial ofrecía un discurso durante el acto, agregó.
Un poco antes, un coche, un autobús y tres motocicletas cargadas con explosivos estallaron en una comisaría de policía durante la formación matinal de los agentes, señaló Abdel Dayem Ahmed, un alto cargo de la policía. En la operación participaron cuatro suicidas, agregó.
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Ningún grupo se atribuyó de inmediato la autoría del atentado en la sede policial. Tanto la filial de Al Qaeda en Yemen como la del grupo extremista Estado Islámico aprovecharon el caos en que está sumido el país por la guerra entre los hutíes y las fuerzas del gobierno, apoyadas por la coalición liderada por Arabia Saudí.
El ataque en la comisaría dejó 11 fallecidos y al menos 29 heridos, explicó Ahmed a The Associated Press.
Según un funcionario de salud yemení, los ataques del jueves causaron también al menos 56 heridos. Los dos responsables hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a informar a los reporteros.
En el lugar del atentado podían verse las calcinadas estructuras de los vehículos junto a un cráter de un metro de profundidad causado por la explosión. Médicos Sin Fronteras tuiteó que docenas de personas fueron trasladadas a su hospital quirúrgico en Aden, a donde acudieron los familiares de las víctimas.
Zakarya Ahmed, un cargo policial que se encontraba en el interior de la comisaría de tres plantas en el momento del ataque, lo describió como “un desastre”.
«Sentí como volaba por los aires y caía, golpeando el piso”, contó Ahmed. «Cuando me puse en pie, vi cuerpos ardiendo y otros en pedazos”.
Los ataques del jueves fueron los más letales en la ciudad desde noviembre de 2017, cuando la filial de EI atacó la sede de las fuerzas de seguridad dejando 15 fallecidos, en su mayoría policías.
El viceministro del Interior, Ali Nasser Lakhsha, dijo a reporteros que inspeccionó el lugar de los atentados suicidas y que no estaba claro quién era el responsable.
«Este es un horrible ataque terrorista contra nuestra policía”, afirmó.
Las motos de los suicidas seguían ardiendo en el sitio del ataque mientras la sangre encharcaba las escaleras del edificio y la calle estaba llena de cristales y restos de las puertas y ventanas reventadas.
La guerra de Yemen comenzó en 2014 cuando los hutíes tomaron Saná y expulsaron al gobierno reconocido internacionalmente. Meses más tarde, en marzo de 2015, la coalición liderada por Arabia Saudí inició su campaña aérea para evitar que los rebeldes chiíes tomaran el sur del país.
En su implacable campaña, los ataques aéreos de la coalición alcanzaron escuelas, hospitales y celebraciones de boda y mataron a miles de civiles yemeníes. Los hutíes han empleado drones y misiles para atacar a Arabia Saudí y a buques en el Mar Rojo.
