Donal Trump nunca había sido tan explícito para condenar el racismo como hoy. El presidente de Estados Unidos firmó que todos los norteamericanos condenan «el racismo, la intolerancia y la supremacía blanca», en relación a los tiroteos ocurridos el fin de semana en El Paso y Ohio, donde en total murieron 29 personas y decenas resultaron heridas.
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El líder conservador en la Casa Blanca agregó que «estas siniestras ideologías deben ser derrotadas. El odio no tiene lugar en Estados Unidos. El odio deforma la mente, devasta el corazón y devora el alma».
Trump además exigió la pena de muerte para todos los autores de asesinatos masivos, pero fue cauto en cuanto a las restricción para el acceso a las armas que piden los demócratas y algunos sectores del Partido Republicano. El presidente argumentó que «es la salud mental la que genera estos ataques, no las armas».
Lo curioso es que horas antes Trump escribió en Twitter a que los legisladores deberían aprobar cambios legislativos que impongan «fuertes» procesos de verificaciones y requisitos para comprar armas de fuego, y vinculó esos cambios legales, sin mucha relación, con la reforma migratoria que pretende implementar su gobierno.
En tanto los detractores del presidente recordaron que el mandatario en sus redes sociales desde mayo del año pasado ha publicado más de 2.200 mensajes con la palabra «invasión», para referirse a la inmigración.
Contradicciones
El fin de semana, el mandatario trató de asegurar a los estadounidenses que estaba lidiando con el problema y defendió su administración ante las críticas sobre el tema de las armas.
«Hemos hecho mucho más que la mayoría de las administraciones», dijo, sin dar más detalles. «Realmente hemos hecho mucho. Pero quizás haya que hacer más».
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En febrero, la Cámara de Representantes aprobó una legislación bipartidista para exigir verificaciones de antecedentes a nivel federal para todas las ventas y transferencias de armas y otra iniciativa que requería un período de revisión de hasta 10 días para las verificaciones de antecedentes en la compra de armas de fuego. La Casa Blanca amenazó con vetar ambas iniciativas.
En febrero, en una reunión con sobrevivientes y familiares del tiroteo escolar en Parkland, Florida, el 2018, en el que murieron 17 personas, Trump prometió ser «muy fuerte en las verificaciones de antecedentes».
Trump afirmó que se enfrentaría a los defensores del uso de armas pero luego se retractó, expresando su apoyo a cambios modestos en el sistema federal de verificación de antecedentes y para armar a los maestros.
En marzo, una encuesta realizada por The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research, encontró que 67% de los estadounidenses está a favor de leyes más estrictas sobre armas, 22% dice que deben dejarse como están y el 10% piensa que deben suavizarse.