El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) informó que durante los últimos días se ha observado un cambio en el comportamiento del complejo volcánico Nevados de Chillán, evidenciado por un aumento del tamaño y ocurrencia de las explosiones.
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De hecho, el Sernageomin indicó que desde el sábado pasado y el último Reporte Especial de Actividad Volcánica (REAV) de ayer se han registrado 129 explosiones, de las cuales 23 han tenido un desplazamiento superior a 200 cm2 y columnas de gases y ceniza de hasta 1,6 kilómetros de altura.
Además, las explosiones han mostrado una concentración importante de material particulado en su contenido, con incandescencia nocturna y dispersión de material balístico en torno al cráter activo.
En tanto, las imágenes satelitales evidencian la generación de un flujo tipo lahar hacia el costado noroeste del edificio volcánico, con una distancia máxima recorrida de aproximadamente 1,5 kilómetros de longitud, producto del intercambio calórico entre fragmentos del domo de lava y la cobertura nival presente en la zona durante esta época del año. Asimismo, se ha registrado un incremento de las alertas térmicas obtenidas por estas imágenes.
Según el Sernageomin, el proceso descrito tiene asociado un ligero aumento de la actividad sísmica volcano-tectónica al interior del complejo, posiblemente relacionado con la inyección de nuevo volumen de magma, lo que habría impulsado los cambios registrados. De esta manera, no se descarta la evolución del presente proceso hacia estados más energéticos que involucren un mayor nivel de explosividad.
Por lo expuesto, el Sernageomin mantiene la alerta técnica en nivel naranjo, que comprende variaciones significativas en el desarrollo del proceso volcánico, en donde una erupción probable se podría desarrollar en un periodo de días o semanas.
Además, se mantiene la alerta amarilla del Sistema de Protección Civil, para las comunas de Pinto, Coihueco y San Fabián, Región de Ñuble, por actividad del complejo volcánico Nevados de Chillán, vigente desde el 31 de diciembre de 2015.
Finalmente, se mantiene la recomendación de mantener un radio de seguridad de 3 kilómetros alrededor del cráter activo y el alistamiento de los planes de emergencia en las zonas de potencial peligro.