Un simple software y una clase corta en la sala de computación de cada colegio. Esa es la simple combinación a la que apuesta la Universidad de Talca para implementar lo que en el fondo es un complejo sistema de detección oportuna para los problemas de salud mental que afectan a los escolares chilenos.
Ayer, de hecho, se presentaron los resultados preliminares del primer piloto del proyecto, y sus resultados en escolares sureños son más que prometedores a futuro.
En estricto rigor, el sistema se basa en una encuesta y un software que los procesa. De allí, los puntajes permiten determinar qué niños podrían presentar, por ejemplo, tendencias psicóticas o incluso suicidas.
«Tenemos un algoritmo. Lo que hacemos es incluir los cuestionarios que nos parezcan relevantes y después le decimos al software cuales son los puntajes de corte o de riesgo, cosa que nos permite tener una impresión global del grupo, y también una expresión específica sobre cada alumno», explica Daniel Nuñez, académico de la Faculta de Psicología de la U. de Talca.
El software lo aplicaron de manera experimental en 7 colegios de la Región del Maule. La modalidad era sencilla: acordar un día y hora para acudir juntos a la sala de computación del colegio. En total, fue un universo de 1388 alumnos de entre 13 y 18 años que aceptaron, previo beneplácito de sus padres, someterse al examen.
En base a las preguntas, el sistema identificó que el 13,2% (183 adolescentes) pertenecía al denominado grupo de riesgo. El cuestionario evaluó síntomas de ansiedad, depresión, estrés post traumático, desórdenes alimentarios y bullying, por decir algunos. Uno de los datos más importantes, es que el 22% de estos chicos ya había intentado suicidarse, y que del grupo de mayor peligro, un 36% no fue identificado previamente.
«Apostamos a una intervención oportuna, ayudar al chico en su salud mental antes de que sea tarde», dice Nuñez. Y claro, porque el sistema no trata solo del software: en caso de aparecer un factor de riesgo en el alumno, el proyecto ofrece una entrevista clínica al él y la familia, con el fin de comprobar los resultados y, de ser necesario, derivar a un tratamiento psicológico.
La meta del equipo es llevar este sistema pionero en salud mental, surgido en el Maule, a todo el país. «Hacia allá apuntamos porque ya vemos que funciona y arroja información interesante. El fin es posicionar esta herramienta como un elemento útil para la detección temprana. Lo mejor es que te ofrece la información en línea, sin ser invasivos y adelantarnos», cierra el académico.
De momento, el estudio sondeará dos establecimientos más, a la espera de expandirse aún más en la región, donde ya abarca seis comunas, para luego buscar una alianza con las instituciones de educación y salud a nivel nacional.