Los amigos del príncipe Harry decidieron no invitarlo más a sus cenas, porque ni él, ni su esposa, Meghan Markle, quieren cumplir lo que dicta el estricto protocolo de la realeza. Al parecer, los Duques de Sussex se rehúsan a sentarse separados en la mesa, tal como lo establece una anticuada regla.
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El reporte de Mail On Sunday señala que fue Meghan quien provocó la antipatía de los amigos de su marido. Durante una elegante cena, la ex actriz no se sentó en el puesto que le tenían reservado, sino al lado de su amado Harry.
Meghan de Sussex: la americana
Algunos ingleses conversadores todavía ven con recelo el matrimonio de Harry con la ex actriz, de origen mestizo y nacida en California. Critican su informalidad y su renuencia a aceptar algunas normas que por siglos subsisten en la etiqueta de la sociedad británica.
La prensa inglesa afirma que el círculo social del príncipe Harry está conmocionado por sus “formas americanas”. No guardar la compostura durante estos eventos es “mal visto” por la sociedad británica de clase alta, quien considera que los integrantes de la casa real no pueden mostrarse afecto en público.
Rompiendo paradigmas
Todavía algunos no le perdonan a Meghan Markle haber ido en jeans al torneo de Wimbledon. Los medios y celebridades inglesas criticaron que la Duquesa de Sussex violará la norma de asistir con ropa informal al área destinada para los integrantes de la realeza.
Otros tampoco ven con buenos ojos su reciente participación como editora de la edición de septiembre de la revista Vogue. Creen que Meghan de Sussex está emitiendo su opinión política, un tema prohibido para los royalties.