Hace unos días se difundió en redes sociales el video de una menor de 17 años que acusa a cuatro policías de haberla violado el sábado 3 de agosto, después de que saliera de una fiesta en el sector Azcapotzalco, en el norte de la capital. Aún así, los uniformados se mantienen en funciones.
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El caso causó aún más indignación después de que la procuradora de la ciudad, Ernestina Godoy, admitiera que los policías no están imputados porque siguen a la espera de que la víctima identifique a sus agresores. “No vamos a fabricar culpables. Si no hay una imputación no hay razón para que lo separen de sus cargos”, dijo la mujer.
“Lo que nos indignó fue la respuesta de la autoridad al caso de esta jovencita, por eso protestamos”, dijo Norma Andrade, integrante del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, un organismo que da acompañamiento en casos de desaparición y feminicidio.
A eso se suma que el jueves 8 de agosto otro policía que prestaba servicios en el centro de Ciudad de México fue detenido tras ser acusado de haber abusado sexualmente de una menor de 16 años dentro del Museo de Archivo de la Fotografía.
Para manifestar su indignación, cientos de personas se manifestaron en la capital mexicana para que las autoridades tomen medidas en contra de los supuestos agresores.
El secretario de Seguridad de la capital, Jesús Orta, declaró que «estos casos todavía no se cierran, hay que ser muy responsables, pero estoy viendo un clima muy radicalizado. Salí a tratar de ver cuál es su demanda y decirles que estamos de su lado».
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