Un grupo de 107 inmigrantes africanos está a la deriva en el barco de la fundación española Open Arms, a la espera de que algún país los acoja, y su situación es tan desesperada que cuatro de ellos se lanzaron al mar con la intención de nadar hasta la isla italiana de Lampedusa, de la cual estaban a sólo unos cientos de metros.
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Tras los africanos se lanzaron voluntarios de la ONG que les impidieron llegar a tierra, porque consideran que la posibilidad de que algún gobierno les de asilo es más ventajosa que llegar a suelo italiano, ya que su gobierno ha sido hostil con los inmigrantes.
La tripulación del barco dice que las condiciones en la embarcación son «miserables», 17 días después desde que rescató a las personas de Libia. Seis países de la Unión Europea están dispuestos a recibir a los inmigrantes, pero las autoridades italianas no dejan que el barco atraque para que los refugiados hagan por tierra el desplazamiento a los lugares que les ofrecen albergue.
España además les ofreció que navegaran hasta sus costas, pero la tripulación a cargo de Open Arms informó que debido a la precaria situación de los refugiados no están en condiciones de realizar ese viaje.
La situación en el barco es “absolutamente insostenible”, dijo la portavoz del grupo, Laura Lanuza. “No aceptamos España debido a la situación de extrema emergencia que se vive en el barco. La situación es absolutamente insostenible. Hay crisis de ansiedad, hay conatos de violencia”, agregó Lanuza.