Manifestantes en Hong Kong arrojaron ladrillos y bombas incendiarias a la policía, que respondió con gases lacrimógenos. Las protestas contra el gobierno, que se han desarrollado durante todo el verano, cayeron en la violencia el sábado por primera vez en dos semanas.
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Cientos de manifestantes vestidos de negro, armados con palos de bambú y bates de béisbol, enfrentaron a la policía antimotines en una arteria principal tras una marcha contra los “postes de luz inteligentes” provocada por los temores a la vigilancia
Las escenas caóticas se produjeron frente a una comisaría y un centro comercial vecino, donde los manifestantes alzaron barricadas contra los agentes con equipo antimotines.
La violencia interrumpió dos semanas de calma en Hong Kong, remecido por un vigoroso movimiento por la democracia desde junio.
La policía lanzó gases lacrimógenos después que las advertencias reiteradas “resultaron inútiles”, dijo el gobierno en un comunicado.
El inicio de la marcha fue pacífico. Los manifestantes exigían la eliminación de los postes por temor a que contengan cámaras de alta tecnología y software de reconocimiento facial empleado por las autoridades.
Por otra parte, un empleado del consulado británico de Hong Kong detenido en China continental fue liberado el sábado, indicó la policía china.
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Simon Cheng Man-kit fue puesto en libertad como estaba previsto tras 15 días de detención administrativa, dijeron las autoridades en Shenzhen, ciudad vecina a Hong Kong.
La oficina de seguridad pública en Luohu en Shenzhen, realizó el anuncio a través de su cuenta de Weibo, un sitio de microblog.
Cheng fue detenido por violar las leyes de China continental y “confesó sus acciones ilegales”, señaló el comunicado sin proporcionar más detalles.
Un agente de policía de Hong Kong confirmó el regreso de Cheng a la ciudad, pero no dio más detalles. El policía habló bajo condición de anonimato debido a que no tenía autorización para discutir el caso.
“Simon fue liberado. Simon está a salvo”, dijo Max Chung, organizador de una protesta a inicios de semana para exigir al gobierno británico a que incrementara la presión para liberar a Cheng. “Justo acabamos de hablar con él por teléfono”, indicó. Señaló que Cheng estará disponible para responder preguntas, aunque no indicó cuándo.