Preservar con profesionalismo y minuciosidad cada una de las pruebas periciales, evitar que se contamine parte alguna del proceso investigativo y mantener los estándares de excelencia internacional son, entre otros, los objetivos del Laboratorio de Criminalística Central de la Policía de Investigaciones, que este miércoles arriba a sus primeros 84 años.
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Según se puede leer en la página institucional de la PDI, el Lacrim fue «creado el 28 de Agosto de 1935 con la misión de apoyar, mediante la aplicación de métodos, técnicas y conocimientos científicos, a la función investigativa policial en el esclarecimiento de los delitos, colaborar con los tribunales de justicia en lo criminal, fiscalías del Ministerio Público y los demás organismos que la Ley señale, efectuando las pericias que se le encomienden».
Viviana Acevedo, jefa del Lacrim Central conversó con Publimetro sobre la historia y los retos del futuro de la estratégica institución.
«Este es el primer laboratorio forense del país, que se fundó dos años después que se creará la PDI. Su objetivo principal es poner a la ciencia y a la tecnología, al servicio de la justicia chilena. Cuidamos cada detalle, incluso los que no se ven, desde el sitio del suceso hasta la prevención de cada pieza probatoria en el tribunal», explicó Avecedo.
Referente a nivel latinoamericano y el más importante centro de análisis forense del país, el Lacrim cuenta con 293 profesionales peritos, que dominan 16 áreas del conocimiento científico, todos al servicio de la “prueba científica”.
«Las películas de Hollywood y luego las series de TV han levantado toda un aura de misterio sobre nuestro trabajo. Hay cosas que sí se parecen a la ficción, pero la gran diferencia está en el profesionalismo de nuestros funcionarios», asegura Acevedo, quien con 28 años de experiencia en la institución, tiene a su cargo semejante responsabilidad.
Un total de 16 especialidades, apoya las investigaciones policiales mediante la aplicación de técnicas y conocimientos científicos, donde se examinan los indicios recolectados en el sitio del suceso, cuyos resultados se plasman en el informe pericial. «Es un reto constante, liderar un equipo con semejante experiencia y experticia. 40 % de la labor pericial de la PDI la manejamos nosotros», confirmó con orgullo Acevedo.
Sólo en 2018, el Lacrim Central procesó 20035 solicitudes periciales, con lo cual se confirma el valor de la octogenaria rama de la PDI, que contrario a lo que pueda pensarse es de las más jóvenes, dado la constante necesidad de actualización de todos y cada uno de sus procedimientos. «Es increíble, pero procesamos evidencias monumentales, así como aquellas que sin imperceptibles por el ojo humano. En la próxima reunión de Interpol, que tendrá como sede Santiago y que organiza nuestra PDI, podremos enriquecernos con la experiencia de otros laboratorios del mundo», indicó la jefa del Lacrim Central.