Economía

Aspectos a considerar para tomar la decisión: cuándo pasar de ser arrendatario a propietario

Pese a que las tasas de interés de los hipotecarios están por el suelo, el valor de las viviendas hace que adquirir una de ellas sea casi prohibitivo, por lo que hay que evaluar el estado de las finanzas personales para identificar el momento adecuado de hacer el cambio.

“Severamente no alcanzable”. Ese fue el resultado del Índice de Acceso a la Vivienda que se conoció el miércoles y que muestra la cada vez más compleja posibilidad de alcanzar el sueño de la casa propia en Chile.

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Y es que la capacidad de ser propietario actualmente se ha visto disminuida porque los precios de las casas y departamentos han crecido casi 68% entre 2011 y 2019. Así, cada vez más personas y familias han optado por arrendar, lo que para algunos puede ser “botar” la plata. Sin embargo, los expertos afirman que el fenómeno es entendible.

“Los tiempos han cambiado y no se debe demonizar el arrendar, que puede ser una transición en el tiempo”, sostiene Sergio Tricio, gerente general de Ruvix, mientras que Matías Martínez, director comercial de la corredora Century 21, plantea que “muchas veces arrendar nos permite acceder a propiedades que en otras circunstancias no podríamos comprar”.

¿Cómo saber que es el momento adecuado para transitar de ser arrendatario a ser dueños? Martínez explica que “para tomar la decisión de transformarnos en propietarios debemos analizar nuestras necesidades de infraestructura, como cuántos dormitorios y baños necesitamos o si seguirá creciendo la familia; nuestros gustos y preferencias, departamento o casa, ubicación,etc; y nuestro nivel de estabilidad en cuanto a ingresos”.

En este último punto, Tricio es tajante en cuanto a las condiciones mínimas con las que debemos contar financieramente hablando. “Por el aumento de los precios, hoy en día es prácticamente imposible comprar si se cuenta con un sueldo inferior a un millón de pesos”, sentencia.

El experto en finanzas personales también aclara las restricciones que debemos considerar, tales como que “el dividendo no puede ser superior al 25% de los ingresos”, mientras que la capacidad de deuda hipotecaria tiene que ser de, aproximadamente, 45 veces los ingresos mensuales.

17,5%

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En tanto, Sergio Arcos, gerente general de Reistock.com, empresa de asesoría en inversión inmobiliaria, plantea que “la manera de beneficiarse de las bajas tasas existentes es que todas las personas que estén arrendando y que dispongan de un pie ahorrado en este momento, puedan evaluarse ante una entidad bancaria, comprueben cuál es la capacidad máxima hipotecaria en UF para comprar una propiedad”.

El tope del pie

Si se tiene la capacidad financiera para hacer la transición, el siguiente tope es precisamente el pie, monto que varía de acuerdo al precio de la vivienda y el financiamiento que entregue el banco.

Martínez indica que el ahorro es la primera opción y la más conveniente, pero si no, “las alternativas que tenemos para financiar el pie son variadas, dependiendo de cuándo estamos comprando”.

Una manera es tener paciencia y no optar por comprar un departamento o casa de entrega inmediata. En ese sentido, Arcos apunta a “invertir en un departamento en blanco, donde el pie se pueda pagar en cuotas, en  lo que se demora la construcción”.

¿Y pedir un crédito de consumo? El gerente de Reistock no lo recomienda y solo es una alternativa “cuando al momento de recibir la propiedad, falta parte importante del pie por pagar, de manera que se pueda cursar el crédito de consumo y el hipotecario al mismo tiempo”.

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