Jair Bolsonaro es famoso por carecer de filtro y sus reacciones en caliente no tienen nada de diplomáticas. Así lo comprobó la alta comisionada de derechos humanos de la ONU.
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Michelle Bachelet declaró en Ginebra en un balance de su gestión que, según reportes de agencias internacionales, «en los últimos meses observamos en Brasil una reducción del espacio cívico y democrático, caracterizado por ataques contra defensores de los derechos humanos y restricciones impuestas al trabajo de la sociedad civil”.
Luego criticó a las políticas de seguridad de Brasil.»Entre enero y junio de 2019, sólo en Río de Janeiro y Sao Paulo, se nos ha informado de 1.291 personas asesinadas por la policía, un aumento del 12% y el 17% comparado con el mismo periodo del año pasado».
La ex presidenta recalcó que la mayoría de las víctimas son afroamericanos de favelas, y criticó el que calificó como «un marcado aumento de la violencia policial» y «discursos que legitiman las ejecuciones extrajudiciales y la ausencia de rendición de cuentas».
Cuba
El presidente de Brasil respondió de inmediato en las puertas del palacio de gobierno y declaró: «Señora Michelle Bachelet, si no fuera por el personal de (Augusto) Pinochet, que derrotó a la izquierda en 1973, entre ellos a su padre (Alberto Bachelet), hoy Chile sería una Cuba».
El papá de la presidente era general de la Fach y murió luego de sufrir torturas de parte de sus compañeros de armas en la Academia de Guerra.
«Nos acusa de que no estamos castigando a los policías que matan gente en Brasil», pero «está defendiendo los derechos humanos de los vagabundos», dijo Bolsonaro.
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«Parece que la gente que no tiene nada que hacer, como Michelle Bachelet, va para la silla de derechos humanos de la ONU», agregó.
Después, el presidente subió una foto de Bachelet acompañada de la ex presidenta argentina Cristina Fernández (acusada de corrupción), y de Dilma Rousseff (destituida de la presidencia de Brasil por la misma causa).
Junto a la foto Bolsonaro escribió: «La ex presidenta chilena sigue la línea del presidente de Francia (Emmanuel) Macron, entrometiéndose en los asuntos internos y la soberanía brasileña. Ataca a Brasil en la agenda de derechos humanos, atacando a nuestra valiente policía civil y militar».
En la pasada cumbre del G7 el derechista sudamericano tuvo un encontrón con su par francés porque éste último criticó la forma en que el brasileño enfrentó los incendios de la Amazonía. Bolsonaro en represalia rechazó la ayuda económica ofrecida por la Unión Europea, y de paso se burló de la apariencia de la esposa de Macron, de 66 años.
Reacciones
El presiente Sebastián Piñera dijo que «toda persona tiene derecho a tener su juicio histórico sobre los gobiernos que tuvimos en Chile en la década de los 70′ y 80′. En esta materia es de público conocimiento mi compromiso con la democracia, la libertad y el respeto a los DDHH en todo tiempo, lugar y circunstancia».
«Sin perjuicio de las distintas miradas que pueden existir respecto a los gobiernos de los 70′ y 80′, siempre estas visiones deben expresarse con respeto por las personas, en consecuencia no comparto en absoluto la alusión hecha por el presidente Bolsonaro respecto a una ex presidenta de Chile, y especialmente en un tema tan doloroso como la muerte de su padre», agregó el mandatario.
En tanto el senador José Miguel Insulza llamó al gobierno presentar una nota de protesta ante Brasil por las declaraciones de su presidente. Dijo que las palabras de Bolsonaro son “vergüenza para la región”.
Por su lado el presidente del Senado, Jaime Quintana, dijo que «las expresiones de Bolsonaro debieran provocar un rechazo transversal y contundente de todos los sectores políticos chilenos. Hay referencia a materias de derechos humanos y en ese tema debemos tener una sola línea y un mismo estándar, donde sea que se pasen a llevar”.