A pesar de que la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, anunciara que su gobierno retiró formalmente un proyecto de ley de extradición, el descontento de los ciudadanos continúa.
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Todo esto ya que el fin al proyecto era tan sólo una de las cinco demandas que mantienen insatisfechos a los hongkoneses y que los han llevado a salir a las calles.
Los manifestantes exigen una investigación independiente sobre las protestas, ya que acusan a la policía de exceso de uso de la fuerza, agresión sexual y colusión con pandillas violentas a favor de China. Lam, en su discurso, descartó esta opción y señaló que el tema sería investigado por el Consejo Independiente de Quejas de la Policía.
También exigen la eliminación del término «disturbios» al describir las protestas, que ha generado gran molestia entre los protestantes. Sin embargo, Lam rechazó un cambio y explicitó que «no hay ningún efecto legal sobre cómo se describen o categorizan tales incidentes».
La opción de una amnistía general para todos los detenidos hasta ahora, otra de las demandas, fue descartada de cuajo ya que «no eran aceptables» para la jefa ejecutiva.
Finalmente, la demanda de elecciones totalmente democráticas en Hong Kong, región administrativa especial de la República Popular China, debería debatirse de manera pragmática y pacífica, según Lam.
La autoridad hongkonesa aseguró que su gobierno no aceptará otras demandas, sin embargo, aseguró que visitaran a las comunidades para conocer sus inquietudes y se lanzará un estudio independiente sobre las causas de los problemas más urgentes que afectan a la sociedad.
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«Reconozco que estos pueden no ser capaces de abordar todas las quejas de las personas en la sociedad. Sin embargo, ¿deberíamos pensar profundamente si la escalada de violencia y disturbios es la respuesta?», puntualizó.
Los manifestantes están descontentos ya que alegan que la respuesta es mínima y tardía considerandos los costos que han tenido semanas de protestas.
«Demasiado poco y demasiado tarde ahora: la respuesta de Carrie Lam se produce después de 7 vidas sacrificadas, más de 1.200 manifestantes arrestados, en los cuales muchos son maltratados en la estación de policía», alega el activista Joshua Wong.
Initial response to Carrie Lam:
1. Too little and too late now — Carrie Lam's response comes after 7 lives sacrificed, more than 1,200 protestors arrested, in which many are mistreated in police station.
— Joshua Wong 黃之鋒 😷 (@joshuawongcf) September 4, 2019
Las demandas derivan de la sensación entre algunos residentes de Hong Kong que el gobierno chino continental, controlado por el Partido Comunista, ha ido erosionando la autonomía y derechos civiles prometidos cuando la excolonia británica fue devuelta a China en 1997.
Los choques entre policía y manifestantes se han vuelto cada vez más violentos. Los autodenominados manifestantes “de vanguardia” han empleado bombas incendiarias y lanzado piezas de metal a los agentes. Por su parte, las autoridades han empleado un cañón de agua, gases lacrimógenos balas de goma y porras.
Los manifestantes dicen que hace falta un cierto grado de violencia para llamar la atención del gobierno después de que las marchas pacíficas no dieran resultado. Sin embargo, el gobierno de Hong Kong afirma que la violencia debe terminar antes de iniciar cualquier diálogo productivo.