La duquesa de Sussex, Meghan Markle, ha desatado la furia de la reina Isabel II una vez más al romper una tradición real.
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Y es que este fin de semana la familia real viajó a Escocia, a la residencia real en el castillo de Balmoral, como es tradición todos los años, y asistieron a los Juegos de las Highlands.
Sin embargo, Meghan Markle no acudió, pues viajó a Nueva York para ver la final del US Open y demostrarle su apoyo a su amiga, la tenista Serena Williams.
Esto no fue del agrado de la reina Isabel, pues según informa The Sun, la monarca está “dolida y decepcionada”, por la ausencia de la esposa del príncipe Harry en este importante viaje que es tradición en la realeza cada año y es muy importante para la monarca.
La prensa británica ha considerado que esta acción de Meghan fue un total desaire a la reina y a la familia real.
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Meghan y Harry se habrían excusado con la familia real asegurando que su hijo, Archie, es muy pequeño para viajar hasta Escocia.
Sin embargo, el hecho que Meghan haya viajado a Nueva York ha desatado la furia de la reina Isabel y la ha decepcionado por completo.