Un grupo de personas atacó el jueves al menos tres casas de campaña del presidente Evo Morales en la ciudad oriental de Santa Cruz, en medio de una crisis ambiental en Bolivia por los incendios en los bosques de la Chiquitanía, en la frontera con Brasil.
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Morales busca un cuarto mandato en las elecciones generales del 20 de octubre.
Entre la multitud se encontraban jóvenes que apedrearon la casa de campaña del partido gobernante en un barrio céntrico de Santa Cruz, a unos 360 kilómetros al sureste de La Paz, y no dejaron a los partidarios del presidente apostarse en plazas con una campaña para recaudar fondos para los afectados por los incendios, los cuales comenzaron hace dos meses.
Los jóvenes expresaron su molestia contra el mandatario, al que culpan por el fuego. Su movimiento inició con una marcha para que Morales declare una emergencia nacional para generar recursos económicos en las localidades afectadas y también suspenda un decreto que permite las quemas controladas, explicó una joven en declaraciones a los medios televisivos, sin dar a conocer su nombre.
Víctor Borda, candidato a senador por el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), declaró que el grupo de jóvenes pertenecía a partidos opositores y que rompió vidrios, robó algunos equipos y golpeó a varios de los miembros del partido.
La policía intervino y se produjeron choques durante varias horas.
En la víspera, en Chulumani, una localidad rural al norte de La Paz, la casa de campaña también fue agredida y no dejaron al partido oficialista instalar un evento electoral.
Estas agresiones ocurren cuando falta un mes para las elecciones y en medio de una crisis ambiental a raíz de los incendios que han devorado más de un millón y medio de hectáreas de un bosque seco importante. El fuego no cede a pesar de que el gobierno contrató el avión cisterna más grande del mundo y Rusia le prestó a Bolivia otro. Además, Francia envió helicópteros, y por tierra laboran más de 4.500 brigadistas y voluntarios.
Este bosque seco es único, ya que nace a los pies de la cordillera de los Andes y se extiende por una vasta llanura de unos 20 millones de hectáreas hasta unirse a la selva amazónica de Bolivia y Brasil.