La encarcelada líder opositora peruana Keiko Fujimori, que es investigada por presunto lavado de activos en un caso ligado a la constructora brasileña Odebrecht, fue trasladada a un hospital debido a problemas coronarios, informó su abogada.
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Tarde la noche del sábado a través de Twitter, la abogada Giulliana Loza confirmó que Fujimori, de 44 años, fue recluida en la «Clínica Centenario por problemas coronarios. En este momento está siendo estabilizada y examinada al detalle».
Fujimori, hija del también encarcelado expresidente Alberto Fujimori y madre de dos niñas, permanece en una cárcel de mujeres de Lima tras ser sentenciada en un primer momento a tres años de prisión preventiva en octubre de 2018.
El traslado al hospital se produjo dos días después que una jueza determinó que la líder del partido opositor Fuerza Popular estará en prisión hasta el 30 de abril de 2020.
La decisión de la jueza sumó el cuarto voto necesario para que la Corte Suprema peruana logre una decisión sobre el tiempo en prisión de la mujer, considerada la más poderosa en Perú.
La fiscalía peruana investiga a la legisladora, argumentando que recibió ilegalmente dinero de Odebrecht que fue empleado en sus campañas presidenciales de 2011 y 2016, las cuales perdió.
Los vínculos de Odebrecht con la política de Perú han provocado una serie de medidas judiciales en contra de prominentes políticos de ese país sudamericano.
El expresidente peruano Ollanta Humala y a su esposa (2011-2016) pasaron nueve meses presos, el expresidente Alejandro Toledo (2001-2006) está detenido en una cárcel de Estados Unidos mientras enfrenta una solicitud de extradición hacia Perú y el expresidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) está recluido en su mansión bajo un régimen de prisión. El también expresidente Alan García (2006-2011) se suicidó de un balazo en la cabeza para evitar ser detenido por la policía.
