Tras el ataque Arabia Saudí, el precio del petróleo se disparó como no lo hacía hace mucho tiempo, lo que para Chile, que importa más del 90% de lo consume, no es algo positivo, reonoció el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
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En entrevista con radio Infinita, el secretario de Estado, sostuvo que «sin duda no es una buena noticia para Chile» y recordó que «en Chile somos súper dependientes en materia de consumo de petróleo. Nosotros, del combustible líquido que consumimos, alrededor del 98% es importado», subrayó.
Para entender la magnitud de esta alza de cuánto nos puede golpear, Larraín indicó que «necesitamos entender cuán extensa va a ser, esa es la gran pregunta». En ese sentido, remarcó que «hay ciertas cosas que uno no controla», aunque aseguró que «estamos tratando de ser proactivos».
Posteriormente, en un punto de prensa en La Moneda, el jefe de la billetera fiscal profundizó en el asunto, señalando que si bien «es un golpe inesperado», sostuvo que «esto no va a descarrilar a la economía mundial».
Apuntó que esto tiene dos efectos fundamentales, uno tiene que ver sobre los precios, «que está fundamentalmente en los combustibles», mientras que el segundo impacto «está en lo que esto puede significar en la inflación».
Por otro lado, sostuvo que puede «hacer más cuesta arriba el crecimiento, así es que nosotros tenemos que prepararnos para ambos frentes con los mecanismos que tenemos, manteniendo la responsabilidad pero actuando proactivamente». Particulamente, ante la eventual subida en el costo de las bencinas, recordó que existe el Mepco, el que «va a operar y esto significa que se limitan las alzas semanales a algo más de $5 en caso de que ya las hayan».