El ministro de Relaciones Exteriores, Teodoro Ribera, descartó que suscribir el Acuerdo de Escazú sea un asunto que apremie al Gobierno a corto plazo e incluso aseguró que no es un tema «esencial» con miras a la cumbre sobre el cambio climático (COP25) que se realizará en Chile en diciembre.
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El Mandatario planteó la posibilidad de respaldar el pacto, pero con «reservas», lo cual, sin embargo, no está permitido en el documento, según advierte expertos.
En específico, la duda de Chile se mantiene en el artículo 11, que establece que a los países sin litoral –Bolivia y Paraguay- se les debe prestar consideración y cooperación, lo que hace ruido al Gobierno porque considera que esas menciones, unidas al Pacto de Bogotá, podrían llevar a Chile de nuevo ante la Corte Internacional de Justicia.
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«Podemos equivocarnos en la mirada», dijo Ribera en conversación con Radio Cooperativa, pero planteó que «tenemos tiempo para analizar cuál es el impacto concreto que Escazú puede tener en protección (del medioambiente) y desarrollo».
«Es una decisión presidencial», aseguró, apuntando que «se están haciendo nuevos estudios para ver no sólo el impacto internacional», porque –insistió- «fuera de eso tenemos que tener una mayor sensibilidad de cómo va a impactar Escazú a conciliar la protección del medioambiente con desarrollo».
De todos modos, Ribera sentenció que «no es una pieza esencial o significativa de la COP 25, son otras cosas» dijo el canciller.
Durante la mañana de este jueves, los países de América Latina y el Caribe tienen una ceremonia en la ONU para suscribir o ratificar el tratado de Escazú, a un año de la firma del acuerdo, ceremonia que para algunos expertos es simbólica.
En el trascurso de esta semana en la Asamblea General de la ONU, «nadie en Naciones Unidas me ha preguntado sobre Escazú, porque es un pacto regional y no mundial», del cual «muchos países participaron en su negociación y solo un grupo menor lo firmó y solo uno lo ha ratificado, Guyana», afirmó Ribera.
Mientras que Chile, que ha decidido no firmarlo aún, tiene plazo «hasta 2020 para ver si somos parte, pero no es un tema apremiante, que cambie nuestra política exterior ni interior; es un tema de definición política sobre el cual existen dudas de la conveniencia de que Chile se haga parte», sostuvo.
De cualquier manera, destacó el «liderazgo que Chile ha asumido a nivel mundial» y que, resaltó, demostró Piñera en la ONU: «No porque sea ministro y esté haciendo un planteamiento de campaña, pero efectivamente el Presidente es un líder en la materia, porque es un líder creíble que busca conciliar el desarrollo con protección del medioambiente».
El Mandatario ya regresó al país desde Nueva York, mientras que Ribera se mantendrá por algunos días más en esa importante ciudad de Estados Unidos, al menos hasta el sábado, para una reunión con países asiáticos sobre temas comerciales.