Nayib Bukele llegó a la política de El salvador desde los negocios y la publicidad, porque estuvo doce años a cargo de las campañas del partido «Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional», en donde el 2012 le hicieron un cupo para postular como alcalde de Nuevo Cuscatlán, para luego el 2015 quedarse con el municipio de la capital, San Salvador, su plataforma para la presidencia que asumió en el 1 de junio.
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El mandatario de 38 años es hijo de un inmigrante palestino, se matriculó en derecho pero dejó la carrera a los 18 años para dedicarse a los negocios, y según sus seguidores, es el presidente más cool del mundo, junto con ser el más joven de Latinoamérica.
Desde que asumió su forma de remover a los funcionarios públicos, que a su juicio estaban en sus cargos por razones políticas, llamó la atención porque lo hace por Twitter.
También usó esa red social cuando se dirigió al mundo desde el estrado de las Naciones Unidas, en donde fue el primer mandatario en la historia de la humanidad en tomarse una selfie.
«Todos los discursos de los jefes de Estado de esta asamblea durante toda esta semana tienen menos impacto que el video de un youtuber famoso», criticó Bukele.
«Estar aquí ante ustedes en esta Asamblea General número 74 es un privilegio y un honor que quise compartir con el mundo. Espero que haya salido bien», dijo a la audiencia después de la foto.
“Créanme, muchas más personas verán esa selfie que las que escucharán este discurso”, dijo Bukele, y parece que era verdad porque su tuit comenzó a viralizarse de inmediato.
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«El nuevo mundo ya no está en esta Asamblea General, sino en el lugar a donde irá esta foto, a la red más grande del mundo, donde miles de millones de personas están conectadas prácticamente todo el tiempo y casi en todas las facetas de la vida», declaró.
«Aunque no lo queramos aceptar, la red cada día se vuelve más el mundo real y este formato de asamblea se vuelve cada vez más obsoleto. Hemos oído muchas buenas ideas, muchos discursos interesantes, pero realmente, la forma en que venimos hablando aquí no ha cambiado desde hace 74 años. El mundo ha cambiado, y la Asamblea General continúa siendo la misma”, dijo.