La primavera, que para muchos es sinónimo de flores, belleza y colores, es también la peor de las pesadillas para muchos alérgicos. Y a pesar de que no es más que un hecho curioso para algunos, la alerta ante la explosión de los casos, considerada una pandemia, obligó a los científicos nacionales a tomar cartas en el asunto.
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Se trata del proyecto ARIES, una investigación liderada por el inmunólogo UC e investigador del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII), Arturo Borzutzky ¿Su misión? comprender el origen y avance de las alergias para combatir su aparición en chilenos. Y claro, porque además de los problemas de salud, las alergias son uno de los ítems más importantes de gasto económico en materia de medicamentos.
Se estima que en el país un 30% de la población sufre algún tipo de alergia, pero será cada vez peor: proyecciones indican que «en la próxima década un 50% de los chilenos presentarán algún tipo de alergia», explica Borzutzky.
Ante el problema, el equipo interdisciplinario de la UC estudiará comparativamente -un cohorte- a 250 mujeres embarazadas de la Región Metropolitana, para indagar los factores prenatales e infantiles, ya sea genéticos o de medio ambiente, que influyen para que un niño genere alergia o asma.
Los primeros mil días
«El desarrollo de alergia está bien determinado por la genética, pero la misma no ha cambiado en miles de años. Por lo tanto, para que haya una epidemia en la última década en países como Chile, necesariamente tiene que venir del ambiente», explica el académico de la UC.
El equipo quiere indagar la teoría de los «primeros mil días», donde la evidencia sostiene que la mayoría de las enfermedades crónicas no transmisibles son condicionadas por factores que se dan entre el embarazo y los primeros dos años de un niño.
«Son los 270 días del embarazo, más los 365 del primero y segundo año. En alergias sabemos que muchas se gatillan a muy temprana edad: la dermatitis atópica, la alergia alimentaria. Estudiar un cohorte tan temprano como el embarazo mismo, nos permite ir recolectando información, muestras, y hacer un seguimiento para ver qué factores influyen para que un niño sea alérgico o asmático, y quienes no», indica el especialista.
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El estudio culmina cuando el niño cumple dos años. Entre los que generen alergia o asma, y los que no, se estudiarán cuestiones como la microbiota, vitamina b, si la mamá tenía obesidad, factores de sensibilización alérgica y comportamiento del sistema inmune, entre otros.
Borzutzky confía que la investigación entregue «hallazgos importantes», dado que el futuro inmediato no es alentador para la enfermedad. «Tenemos alergias cada vez más tempranas y más graves en Chile. Más alergia alimentaria que nunca, también mucha alergia alimentaria múltiple y grave», explica el investigador del IMII.
Todo indica que las primaveras, además, serán cada vez más duras. La rinitis alérgica ha tenido un aumento sustancial el último tiempo, y entre los varios factores, el especialista señala a uno de los enemigos de siempre. «Hay un aumento de polen en el país. El cambio climático contribuye a que la temporada primaveral sea más larga que antes, y tenemos más alérgicos muy sintomáticos».
Reclutamiento
Aries comenzó a inicios de 2018, y si bien ya comenzó los estudios de unos 70 niños que ya nacieron, aún están en etapa de reclutamiento. Ya cuentan con 165 familias, y esperan conseguir las restantes de aquí a fin de año. Por lo mismo, pusieron a disposición un teléfono y correo de contacto (aries@uc.cl / +569 36630666), donde cualquier madre con menos de 20 semanas de embarazo puede anotarse y colaborar con la ciencia.