Después de todo el revuelo que causó el discurso de la joven activista sueca Greta Thunberg en la Asamblea General de la ONU, faltaba una opinión que mantenía en expectación al concierto internacional: la del presidente ruso, Vladimir Putin, quien nunca se ha mostrado muy cercano a las corrientes medioambientalistas.
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Y hoy llegó la esperada reacción de Putin, quien pesa a usar su tradicional tono sereno y distendido, vapuleó con fuerza a Thunberg. No solo cuestionó el fondo del discurso de la activista, también apuntó el peso de su figura y abrió sutilmente la posibilidad de que detrás de la joven sueca existan otros intereses.
Según publica RT, Putin afirmó «que los jóvenes y adolescentes llamen la atención sobre los problemas de hoy, incluidos los problemas ecológicos, es algo correcto y está muy bien, Indudablemente, hay que apoyarlos». Sin embargo, el líder ruso añadió «Pero cuando alguien usa a los niños y adolescentes para sus intereses, eso solo merece condena».
En un foro de la Semana Energética de Rusia, Putin alertó: «Es que nadie ha explicado a Greta que el mundo moderno es complicado y multidimensional, se desarrolla rápidamente, y la gente en África y en muchos países asiáticos quiere vivir al mismo nivel de riqueza que Suecia».
«¿Y cómo pueden conseguirlo? ¿Utilizando la energía solar que hay en abundancia en África? ¿Le ha explicado alguien los costos de eso?», se preguntó el presidente ruso.
Putin finalizó con un duro desafío para Thunberg y sus seguidores: que les expliquen a los residentes de los países en vías de desarrollo y a sus hijos que «tienen que vivir en pobreza unos 20 ó 30 años» por usar energías renovables. «Si queremos ser eficaces, tenemos que ser profesionales», sentenció.
