Las primarias en Argentina cuando los candidatos no tienen un competidor se transforman en una encuesta perfecta, y la que se realizó en agosto le dio una ventaja tan grande al candidato opositor, Alberto fenández, que una remontada del presidente Mauricio Macri, es más difícil que encontrarle una pestaña a lo que nunca tuvo ojos, como dice Arjona.
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La última encuesta dada a conocer realizada por la empresa Ricardo Rouvier & Asociados, arrojó que la diferencia entre las candidaturas aumentó. Si en las primarias Fernández sacó un 47,78% y Macri un 31,79%, ahora el primero obtiene un 50,3% y el actual mandatario sólo un 32,8%.
Incluyendo la proyección de los indecisos, Fernández alcanzaría el 52,9% ,mientras que Macri sumaría 34,5%. Una masacre.
La ley argentina dice que si en la elección de primera vuelta del 27 de octubre un candidato gana con el más de 45% de los votos se queda con la presidencia, y también lo hará si saca más del 40% y 10% puntos sobre el segundo.
Desde el oficialismo públicamente no le han dado importancia a las encuestas, y no dejan de tener razón porque en las primarias ninguna indicó que perderían por paliza ante el Frente de Todos de Fernández, que fue secundado en su lista por la ex presidenta Cristina Fernández.
Macri ha relanzado su campaña con un eslogan usado generalmente en los deportes: «Sí se puede», es su frase y ya comenzó a recorrer 30 grandes ciudades que visitará en 30 días bajo su nuevo lema para difundir el optimismo y buscar una remontada electoral sin precedentes en el país. Y posiblemente en el mundo.
