La serie de HBO inspirada en la tragedia ocurrida en la central nuclear de Chernobyl disparó las visitas a lo que queda de la construcción que colapsó en 1986.
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Las autoridades de Ucrania han aprovechado el interés y han potenciado el turismo a la zona, a pesar de los altos niveles de radiación que aún existen que motivaron la erradicación de la población de los pueblos cercanos.
Varias agencias de viajes en Ucrania han recibido autorización para realizar tours dentro del aérea del reactor 4 de Chernobyl, incluida la sala de control y zonas «altamente radioactivas». Hoy partieron las visitas al mismísimo panel de mandos en donde los controladores se mandaron el condoro del siglo.
Esta decisión llega como parte de una nueva campaña que busca fomentar el turismo en la zona y cambiar la percepción que se tiene del lugar tras el trágico accidente nuclear. La campaña está siendo impulsada por el presidente ucraniano, Volydymyr Zelensky, quien en julio firmó un decreto que designaba a Chernobyl como atracción turística oficial.
Desde 2011 ciertas zonas de Chernobyl han estado abiertas para tours privados, aunque algunas personas han logrado adentrarse a las regiones radioactivas en busca aprobación en sus redes sociales.
Quienes deseen visitar zonas «altamente radioactivas» de Chernobyl deberán portar un traje especial color blanco, casco, guantes y máscara de oxígeno. Tras la visita, se deberán someter a dos pruebas de radiología para medir los niveles en el cuerpo, y en caso de no hacerlo no podrán salir del país ya que se expusieron en una zona con 40 mil veces más radiación de lo normal.
