La princesa Diana siempre quiso hacer de los cumpleaños de sus hijos, los príncipes Wiliam y Harry, un día muy especial y lleno de sorpresas.
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Cada año era diferente al anterior, pues siempre encontraba la manera de sorprenderlos, pero durante el cumpleaños número 13 del príncipe William, la Princesa del pueblo le dio un pastel que lo dejó en vergüenza.
La princesa planeó un pastel diferente a los comunes para su hijo, por lo que no recurrió a los chefs del Palacio para realizarlo como siempre, sino a alguien más.
Ese día, Lady Di le dio a su hijo mayor un pastel de cumpleaños con dos pechos, haciendo sonrojar al príncipe William y desatando la envidia del príncipe Harry, a quien sí le encantó el pastel.
Así lo contó el exjefe de cocina de la familia real a la revista Hola, Darren McGrady, quien recuerda perfectamente ese día.
«La princesa había pedido un pastel de senos para el cumpleaños número 13 de William. William se puso rojo brillante. Pero a Harry le encantó y le dijo a Diana que él también quería uno», dijo el chef.
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Esto no fue del agrado del príncipe Carlos, pues no le gustaba este tipo de comportamiento por parte de su esposa, no lo consideraba correcto en la realeza, y le pareció irrespetuoso.
Al parecer, la princesa Diana contaba con un gran sentido del humor, y le gustaba hacerle bromas a sus hijos.
«A la princesa le encantaba avergonzar a la gente de la mejor manera, de una manera divertida, ya fuera contando una broma sucia y arriesgada, que generalmente me atrapó», reveló McGrady.