Vivir en pleno centro de Santiago puede tener grandes ventajas. Comercio cercano, tal vez vivas cerca de tu trabajo, movilización en cada esquina. Sin embargo, esas mismas micros pueden contribuir a otro problema: la contaminación acústica. Vivir cerca de la arteria principal de Santiago, la Alameda, puede traer asociado ese problema. Por ejemplo, 70 decibeles es lo que marca una aspiradora. ¿Sabías que una estación de monitoreo del Ministerio de Medio Ambiente midió eso entre Serrano y Alameda?
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Por lo general los puntos más altos de ruido se registran entre las 21:00 y 22:00 horas, aunque también suelen ocurrir entre las 7 y las 8 de la mañana. En un decreto de 2011, el Ministerio del Medio Ambiente determinó para las zonas residenciales 55 decibeles durante el día y por la noche 45 como máximo. La recomendación de la OCDE es de 65 en la jornada diurna y 55 en la nocturna. Pero a través de distintas mediciones se ha determinado que es complejo alcanzar esos números en el centro de nuestra capital.
¿Qué puedes hacer?
¿Cómo abordarlo? Revestimiento de las paredes, cambio de vidrios por ventanales especializados o instalar puertas en los pasillos que permitan aislar un poco más los dormitorios son parte de las propuestas. Por ejemplo,»el termopanel Blindex Acústico está fabricado a partir de un vidrio común y un vidrio laminado Blindex acústico, este último está compuesto por dos caras de cristal, las cuales han sido unidas entre sí bajo calor y presión, a través de una interlámina incolora, blanda y elástica de muy poco espesor. Esta interlámina ha sido especialmente desarrollada con tecnología de última generación para brindar una reducción significativa del ruido a través del cristal y su composición logra atenuar principalmente ruidos de frecuencias bajas, como lo es el ruido del tráfico. Ahora con un cristal mas delgado y liviano se puede lograr un eficaz control acústico” asegura Gonzalo Acevedo, gerente comercial de Vidrios Lirquén.
¿En qué fijarse?
“En el fondo, con un termopanel blindex se puede lograr reducir el ingreso de ruido desde los 38 a los 43 decibeles, siempre y cuando el marco utilizado sea completamente hermético”, agregó Acevedo. Como recomendaciones extra, siempre es bueno revisar que las ventanas estén bien cerradas. Cerrar las puertas que den acceso a los espacios más abiertos (como por ejemplo hacia el comedor), también influye.
Si vas a arrendar una vivienda cerca de la Alameda, es importante tomar en cuenta el ruido. Lo ideal es intentar agendar una visita previa al domicilio en horarios de alto movimiento vehicular, para que puedas percibir la capacidad de la estructura de la vivienda para evitar los ruidos molestos.