Un nuevo uso para el piure. Más allá de su uso culinario, un grupo de científicos chilenos encontraron en sus desechos un material con características y propiedades que podrían ser clave para la salud. Una investigación realizada por académicos de la Universidad de Chile determinó que los desechos del piure podrían ser usados en medicina regenerativa.
PUBLICIDAD
La investigación aparecerá en la próxima edición de la revista científica ACS Biomaterials Science & Engineering. El trabajo fue liderado por el investigador del Núcleo Milenio de Metamateriales, Franck Quero. “Este descubrimiento podría permitir el diseño de materiales tales como membranas tipo parche, que ayudarían a cubrir heridas; o formular tintas biológicas, que podrían ser usadas para construir nuevos objetos orgánicos, los que podrían reparar tejidos y partes del cuerpo humano dañadas”, explica el doctor Quero, quien es también académico del Departamento de Ingeniería Química, Biotecnología y Materiales de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, de la Universidad de Chile.
En busca de los metamateriales
El científico señala que una de las principales innovaciones de esta investigación es que “logramos obtener fibrillas de celulosa que poseen naturalmente proteínas en la superficie, directamente obtenidas de la extracción de los residuos del marisco estudiado. Si bien hay un camino por recorrer pensamos en que esto serían los primeros pasos para diseñar un nuevo metamaterial que tiene la potencialidad de cambiar de forma cuando ellos sean, por ejemplo, estimulados químicamente y de paso poder aplicarlo en medicina regenerativa”.
Por metamateriales se entiende a aquellos que poseen propiedades inusuales y que podrían tener usos en diferentes áreas, desde la electrónica a la construcción, o como en este caso en la medicina y la regeneración de tejidos, incluyendo al corazón mismo. Por esta razón, uno de los objetivos del Núcleo de Metamateriales es buscar aplicaciones para ellos en el área de ingeniería de tejidos.
Un gran equipo
En este trabajo participaron científicos de distintos centros, partiendo por los investigadores de la Universidad de Chile como Franck Quero, Genesis Opazo, Fabiola Valdebenito, Alonso Jaque y Abraham Quintro del Departamento de Ingeniería Química, Biotecnología y Materiales; y Marcos Flores profesor del Departamento de Física (FCFM, U. de Chile). También participaron los científicos Nicole Orellana y Cristian Acevedo del Centro de Biotecnología de la Universidad Técnica Federico Santa, además de Andreas Mautner de la Universidad de Vienna.
La investigación produjo sus resultados tras dos años de trabajo, luego de un primer trabajo que fue publicado en 2018.