María Isoliett Iglesias llegó a Chile hace un año y cuatro meses. Tomó la decisión a pesar de tener que renunciar a una creciente carrera periodística y a sus afectos más importantes, porque sintió que debía colaborar más activamente con su familia.
Arribó a su nuevo destino con el ímpetu necesario para empezar de cero y sobre todo, para reencontrarse con esa familia que había formado su padre en su primer matrimonio.
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La cuenta familiar está saldada pues estrechó lazos con sus dos hermanas mayores y sus sobrinos.
Hoy trabaja en el departamento de comunicaciones de una fundación chilena llamada Mujer Impacta, reaprendiendo otra área del periodismo. Pero sus ganas de seguir contando historias siguen vivas y ávidas de volver, por ello, lleva adelante un emprendimiento que busca promover la migración responsable desde la propia voz de migrantes en Chile.